Los servicios secretos de EE.UU. han dejado de espiar a la canciller alemana, Angela Merkel, pero a cambio han intensificado las escuchas a sus colaboradores más cercanos, entre ellos el ministro del Interior, Thomas de Maiziere, según informaciones del dominical "Bild am Sonntag".

"Tenemos la orden de evitar pérdida de informaciones desde que las comunicaciones de la canciller no pueden ser escuchadas directamente", dice un agente estadounidense no identificado en declaraciones que cita el "Bild am Sonntag".

De Maiziere es una de los objetivos centrales del espionaje de Estados Unidos debido a la relación de confianza que tiene con Merkel.

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Además, el hecho de que el año pasado el ministro alemán se mencionara entre los candidatos a asumir la secretaría general de la OTAN agregó un interés adicional.

"Queríamos saber si era realmente un socio confiable para nosotros", dice el agente no identificado.

Según "Bild am Sonntag", la Casa Blanca no quiso desmentir las informaciones sino que recordó que "EE. UU. recabará informaciones a través de sus servicios secretos de la misma naturaleza que todos los Estados".

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Según el rotativo alemán, actualmente los servicios secretos estadounidenses tienen en su punto de mira a 320 personas en Alemania, la mayoría de las cuales ocupan posiciones claves en la política y en la economía.

La revelación de que Estados Unidos había estado escuchando sistemáticamente uno de los teléfonos móviles de Merkel llevó en su momento a una minicrisis en las relaciones con Alemania y el presidente estadounidense, Barack Obama, se vio precisado a prometer que mientras él estuviera en su cargo eso no volvería a repetirse.

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"Barack Obama ha cumplido su promesa. En enero prometió no seguir escuchando el móvil de Angela Merkel. Lo que no ha dicho es que desde que Merkel no es espiada se espía con más intensidad a sus colaboradores", dice "Bild am Sonntag".