En España hay ya más cotizantes chinos a la Seguridad Social que ecuatorianos y eso que la colonia de connacionales era hasta hace unos años atrás la segunda más numerosa después de la marroquí.

Los altos índices de desempleo se reflejan en estas estadísticas que recogen los aportantes a las arcas públicas. Durante 2013, medio centenar de ecuatorianos dejó de cotizar cada día. Hoy lo hacen 81.074 pese a que 313.618 tienen documentación en regla y edad para trabajar, según los últimos datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Atrás quedaron los años en los que el número de afiliados alcanzaba cifras de seis dígitos. En 2008, los compatriotas sumaban 254.093 cotizantes.

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Estos datos confirman que la caída del empleo continúa afectando con mayor intensidad a los extranjeros que a los nacionales. Mientras en los foráneos la variación anual registró un retroceso del 5,34%; en el caso de los autóctonos este fue de -0,04%.

En total, los inmigrantes afiliados en enero se situaron en 1.514.821 (28.486 ocupados menos que en diciembre de 2013). De la Encuesta de Población Activa (EPA) se desprende que la tasa de paro de los extranjeros se ubica en un 36,8%.

Hace tres años que la quiteña Rosa Avilés dejó de cotizar. Perdió el trabajo, cobró la prestación por desempleo durante dos años, un subsidio por seis meses más y hoy subsiste gracias a tareas ocasionales mal remuneradas y a la caridad.

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La falta de trabajo afecta más a los sectores de servicios y al de la construcción. En la actualidad hay 31.404 ecuatorianos inscritos como demandantes de empleo y 19.679 cobrando una prestación.