El Gobierno argentino presentó ayer un nuevo índice de precios al consumidor que sustituye a otro fuertemente cuestionado y reconoció así una inflación mucho mayor a la que venía informando, justo en momentos en que los precios se han recalentado tras la devaluación del peso.

De acuerdo al nuevo índice de precios al consumidor nacional urbano, en enero los precios crecieron un 3,7% respecto a diciembre último.

Proyectado a un año, si este ritmo de evolución de precios se mantuviera, la inflación sería este año del 44,4%, aunque los datos de enero están influenciados por fuertes tensiones en la economía local registradas en el primer mes del año.