Una joven de 22 años en silla de ruedas fue detenida el pasado fin de semana cuando intentó ingresar en una cárcel del estado Táchira (oeste), fronterizo con Colombia, con casi un kilo de explosivo plástico C-4, informó este martes la Fiscalía.

Sainny Chacón Gómez escondía en una caja de cartón dos cargas con un peso total de 937 gramos de C-4 que fueron hallados por funcionarios penitenciarios durante la inspección de rutina a los visitantes de la prisión, dijo la Fiscalía en una nota de prensa.

También ocultaba "cables y detonadores", lo que llevó a un tribunal de control de Táchira a formalizar hoy su detención y aceptar las imputaciones de la Fiscalía que pide sea procesada por "terrorismo, asociación para delinquir y tráfico ilícito de armas".

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Los delitos están tipificados en la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo, que prevé sentencias de hasta 30 años de prisión.

El pasado 22 de octubre las autoridades penitenciarias mostraron a los periodistas un kilo de explosivo C4 hallado junto a varios detonadores eléctricos, fusiles, subametralladoras, rifles, granadas y 11.446 balas en el túnel de un penal clausurado previamente en el estado Falcón, también del occidente del país.

El hallazgo del arsenal se produjo luego del desalojo del millar de reclusos que ocupaba el llamado Internado Judicial de Falcón, en un procedimiento de remodelación al que se resistieron "líderes negativos" de los presos, lo que dejó dos reclusos muertos y trece heridos.

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El sistema penitenciario venezolano padece una crisis crónica por la falta de control de las prisiones, donde ingresan armas y estupefacientes y hay altas tasas de asesinatos.

Según la ONG Observatorio Venezolano de Presiones (OVP) 506 presos murieron en el medio centenar de cárceles del país en 2013, cifra un 14 % inferior a la del 2012.