La boina azul de su uniforme colegial, el silbato y el broche que recibió en su graduación, junto a un ramo de flores, fueron los objetos que la familia González Criollo decidió colocar sobre el ataúd blanco, en donde descansa su hija Génesis desde la tarde del jueves.

Esos elementos, que la Academia Altamar le entregó por su mérito académico en la ceremonia de graduación hace una semana, simbolizan la lucha y perseverancia que demostró Génesis en su vida y, especialmente, durante los 19 meses que enfrentó la leucemia.

“Ella esperaba graduarse y lo logró, cumplió su sueño. Yo la admiro por su constante lucha, es una guerrera”, comentó su madre, Patricia Criollo.

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Sus compañeros de aula acudieron ayer desde tempranas horas para darle el último adiós. Le hicieron una corte fúnebre en la entrada de su casa. En el interior, el dolor de sus familiares se expresaba entre lágrimas, sollozos y oraciones.

Génesis murió a las 16:00 del jueves, en su hogar, mientras dormía, vigilada por sus padres. Su último deseo fue estar en su casa, en su “camita”. Se lo pidió a su madre el miércoles.

Un día antes, su estado de salud se deterioró y fue llevaba de emergencia a Solca. Ahí le hicieron una transfusión sanguínea. Eso en otras ocasiones la levantaba anímicamente. Pero ese día no tuvo el mismo efecto. Su fuerza se fue apagando y sus ganas de vivir. Ya no hablaba; respiraba con dificultad.

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Génesis, en esta última semana, rogaba a Dios para que su sufrimiento termine y la recoja en su regazo. Se lo repetía a su madre y en sus oraciones.

“Cuando estaba hospitalizada (el miércoles) me dijo que quería estar en su camita y me pidió que no llore y que la perdone por causarme ese dolor. Yo le contesté que no estaba cansada, que no tenía hambre y que solo quería estar con ella. Ella me repetía, ya no llores mamita linda”, expresó Patricia, mientras observaba una de las dos fotografías que tiene en su pared.

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Allí está Génesis en la ceremonia de graduación. La otra foto también es de ella, en su fiesta de quince años, sonriente. Así recordará Criollo a “la niña de sus ojos”, la segunda de sus tres hijos; dos son varones.

Uno de sus compañeros, Daniel M., señaló estar conmovido por la partida de su amiga. “Es muy triste su deceso, queríamos que esté con nosotros en la graduación, pero no se pudo. Siempre la recordaremos por su alegría y lucha”, dijo.

El cuerpo de Génesis fue sepultado la tarde de ayer en el camposanto Jardines de Esperanza, pero su recuerdo y su ejemplo de lucha vivirá en quienes la conocieron, especialmente, en donde creció, en el suburbio.

Ahí, en la pared de la esquina de su casa, una frase dice: “Génesis es una guerrera”.

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Ella me daba fuerza y yo se la daba también. Sufrió mucho, pero ya no. Está descansando, con una sonrisa y con uno de sus deseos cumplidos”.Patricia Criollo Madre de Génesis