El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, promulgó este viernes una ley de gastos de agricultura que extenderá prestaciones a granjeros en todas las regiones de ese país, al tiempo que reducirá un programa de cupones alimentarios que motivó una batalla legal de dos años sobre la propuesta.

Al firmar la ley de cinco años en la Universidad Estatal de Michigan, Obama dijo que la medida de amplio alcance ayudará a estimular el empleo, la innovación, la investigación y la conservación.

"Es como una navaja del ejército suizo", bromeó.

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Pero no todo el mundo está feliz con la ley, y Obama reconoció que la aprobación fue una tarea "muy retadora".

La ley expande el seguro federal sobre cosechas y pone fin a los pagos directos del gobierno a granjeros, produzcan o no. Pero el grueso de su costo de casi 100.000 millones de dólares por año es para el programa de cupones alimentarios que ayuda a uno de cada siete estadounidenses.

La medida fue aprobada finalmente con el respaldo de legisladores demócratas y republicanos de estados agrícolas. Pero el espíritu bipartidista no se extendió a la ceremonia de firma, donde Obama estuvo flanqueado por equipo agrícola, pacas de heno y legisladores demócratas. El secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que varios legisladores republicanos fueron invitados, pero todos declinaron acudir.

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Los conservadores siguen descontentos con la ley y sus generosos nuevos subsidios para granjeros, desde productores de maní en el sur y maiceros en el centro del país hasta la industria del jarabe de maple en el noreste.

Deseaban además recortes mucho mayores al programa de cupones de alimentos, más que los 800 millones finalmente aprobados por el Congreso. El secretario de Agricultura, Tom Vilsack, dijo que no esperaba que el recorte de 1% en el presupuesto de cupones alimentarios tuviese un impacto significativo sobre los beneficiarios.