Las FARC calificaron de muy grave la revelación de que los negociadores del proceso de paz son espiados y exigió al gobierno que dé una respuesta.

“Esto que está sucediendo es realmente grave (...). No solo se está espiando desde Colombia a la delegación de paz del gobierno nacional, sino especialmente a la delegación de paz de las FARC”, dijo ayer el comandante Iván Márquez.

No indicó cómo sabe que ellos también fueron víctimas del espionaje y dio por hecho que si una de las partes fue vigilada, la otra también.

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El caso de espionaje divulgado el lunes por la revista Semana, en Colombia, solo mencionó el monitoreo ilegal de correos electrónicos y mensajes de texto de los negociadores gubernamentales.

El presidente Juan Manuel Santos negó que su administración tenga alguna responsabilidad en un presunto espionaje y ordenó una vasta investigación para determinar a los responsables de seguimientos ilegales a miembros de su equipo negociador de paz y a por lo menos dos políticos.

Según Márquez, el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) debe “estar detrás” de la acción ilegal de inteligencia. Pero Uribe descartó una relación con el caso denunciado.