La semana pasada, representantes de la Cámara de la Industria de la Construcción (Camicon) y de la Superintendencia de Compañías se reunieron para discutir los temas que más preocupan a ese sector sobre el nuevo Reglamento de las empresas inmobiliarias, confirmaron voceros de ese gremio y en el organismo de control.

Esta norma, vigente desde diciembre pasado, prohíbe a las compañías recibir anticipos por el costo de las viviendas sin que el proyecto haya alcanzado el punto de equilibrio.

Hermel Flores, presidente de la Camicon, resaltó que entre lo planteado a la Superintendencia está que no se exijan planos aprobados y por consiguiente la licencia de construcción como requisitos previos al inicio de promoción y venta de los proyectos. Esto, debido a que en los municipios hay diversidad de criterios y requisitos para obtener las autorizaciones previas o definitivas sobre uso del suelo.

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Citó como ejemplo que en el caso del Municipio de Quito no existen autorizaciones previas.

También se expuso que si un proyecto no obtiene los permisos necesarios, no alcanzó el punto de equilibrio técnico y tiene que devolver el dinero recaudado por las promesas de compraventa, recursos que estarán resguardados en el encargo fiduciario que se les obliga a constituir a los constructores

Otra propuesta fue que se permita receptar reservas (o anticipos) antes de las preventas (entre el 1% y el 2% del valor del bien) en cantidades imputables al precio total.

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En la Superintendencia de Compañías se indicó que aún está en análisis la factibilidad técnica de estas propuestas, por lo que no se pronunciará sobre el tema todavía.