Tres cerdos deambulan por los alrededores, mientras los perros entran y salen por las puertas de la infraestructura metálica. Al interior hay restos de materiales: sacos y montículos de arena en el piso, pero nadie custodiando.

La estructura está en Barrio Norte, en Jujan, y allí pretende funcionar el nuevo mercado del cantón. Los habitantes dicen que la obra lleva varios meses estancada, sin mayor movimiento. “Acá iban a traer el mercado, pero ya lleva tiempo y no lo terminan de construir”, afirma Gustavo Morante, quien vive próximo a las instalaciones que se edifican.

Dice que en vez de avanzar con la división interna de los puestos ha ido desapareciendo parte del cableado y piezas del tablero eléctrico.

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Otros moradores alegan que ese mercado se construye con aporte de la Prefectura y el Municipio. La primera entidad ya hizo su parte y que la otra, las adecuaciones internas, corresponden al Municipio.

Jorge Herrera, alcalde de Jujan, sostiene que, en efecto, ahora el Cabildo debe “darle la forma” a ese centro de abastos, pero hay un inconveniente: no hay el presupuesto necesario para concluirlo.

El personero explica que han tenido que asumir deudas de seguro social y pago de electricidad de anteriores administraciones municipales que “se han llevado recursos que eran para invertir en el mercado”.

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Son cerca de 30 mil dólares que requieren para completar el mercado. Herrera refiere que ya están presupuestando los fondos y que este mes aspiran a retomar la infraestructura para inaugurarla en mayo, cuando se celebre la cantonización.

Pero la posibilidad de trasladarse a ese nuevo mercado, que está alejado del centro, no atrae a todos los comerciantes del antiguo ni a otros que laboran en las calles céntricas.

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Wilfrido Morán tiene un local de artículos varios desde hace tres décadas en el actual mercado. Él está reacio a la posibilidad de ir a ese nuevo establecimiento. “Eso de allá es una soledad. Yo si voy me roban la primera noche, porque no son puestos como estos. Yo, por lo menos, no me voy”, asegura.

Otros temen perder clientela. “El poco dinero que tenemos invertido allá se va a perder, por lo que el pueblo no va a caminar”, sostiene un comerciante de carne.

Ante las inquietudes que hay entre los comerciantes, Herrera refiere que el mercado actual permanecerá abierto y funcionará paralelamente al nuevo. Sin embargo, los comerciantes del actual mercado “podrán ir allá, si desean, con todas las facilidades”.

Este mercado lleva tiempo y no ha funcionado para nada, no está terminado, faltan muchas cosas, incluso lo que es eléctrico se están llevando”.Gustavo Morante Morador