La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) cuestionó el  sábado las sanciones que la Superintendencia de la Información y Comunicación (Supercom) impuso el pasado jueves a diario EL UNIVERSO  y al caricaturista Xavier Bonilla, conocido como Bonil.

Según la SIP, las sanciones al medio de información y a Bonil ponen de manifiesto la intolerancia "y de manera peligrosa alientan aún más la autocensura".

"Esta es la demostración de que se acabó la libertad de expresión en Ecuador. Si alguien quiere ser más exacto, todavía existe un tipo de libertad de expresión bajo el régimen del presidente Rafael Correa: únicamente la libertad que él autorice", dijo el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Claudio Paolillo.

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La Supercom resolvió el pasado 31 de enero que Bonil rectifique el texto escrito al pie del gráfico publicado en la columna de Bonil el 28 de diciembre de 2013, y que el medio de información pague el 2% del promedio de facturación del último trimestre.

Tanto la rectificación, con "las mismas características, dimensiones, espacio y sección", como la transferencia del dinero, por parte del matutino, a una cuenta de la Superintendencia en el Banco Central del Ecuador (BCE), deben hacerse en un plazo de 72 horas.

Según la Supercom, creada el 8 de octubre del  2013 por mandato de la Ley Orgánica de Comunicación, la caricatura realizada por Bonil "deslegitima la acción de la autoridad y apoya a la agitación social".

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Bonil caricaturizó el allanamiento al apartamento del activista Fernando Villavicencio, donde fueron confiscadas sus computadoras. En la leyenda del dibujo se leía: "Policía y Fiscalía allanan domicilio de Fernando Villavicencio y se llevan documentación de denuncias de corrupción".

Pocos días después el presidente Rafael Correa se refirió públicamente a Bonilla como "sicario de tinta y enfermo", y pidió que se aplique la Ley de Comunicación.