Jugar en las calles, ver televisión hasta el anochecer o aburrirse en casa son situaciones que desde hace cinco meses dejaron de lado 92 niños y jóvenes del sector Nueva Prosperina, al noroeste de Guayaquil. No solo cambiaron sus rutinas, sino también sus aspiraciones y sueños para el futuro.

Actividades que antes pudieron pasar desapercibidas, como bailar, actuar e incluso hacer malabares, son hoy sus destrezas y forma de vida. Estas han sido aprovechadas para convertir a los menores en pequeños artistas del Circo Social, proyecto del Municipio de Guayaquil en conjunto con la Fundación Huancavilca y Plan Internacional.

Durante las últimas tardes de este mes, ni el inclemente clima ni la distancia del lugar del ensayo han impedido que este grupo de jóvenes talentosos, de entre 9 y 19 años, dejen de lado los entrenamientos para el espectáculo que esta tarde brindarán en el Museo Municipal.

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Sus vestimentas coloridas resaltaban el miércoles pasado en el piso de cemento del patio de la escuela Sagrada Familia de Nazareth, donde los novatos circenses observaban a un grupo de sus compañeros en la práctica.

Mientras unos bailaban al ritmo de una canción de la película Grease, el resto contemplaba atento. Movían los cuerpos y, aunque el número no era parte de su acto, todos se habían aprendido los pasos. Sonrisas iluminaban sus rostros y las miradas estaban atentas a las indicaciones de los maestros.

Alexandra Molineros, de la Fundación Huancavilca, institución que dirige esta segunda fase del proyecto, asegura que a través de los ensayos semanales, los instructores de acrobacias, malabares, teatro, música, baile y coreografía pudieron descubrir las aptitudes de los participantes. Ellos fueron convocados a mediados del 2013 y aunque al inicio eran 100, solo 92 fueron persistentes y, al igual que el nombre de la obra, están ‘Cumpliendo Sueños’.

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“La idea es rescatar el tema de que los niños si tienen sus sueños deben perseverar para conseguirlos. Y de que a través de las artes, ellos puedan cambiar su forma de vivir”, destaca Molineros sobre el objetivo de este proyecto social.

Quienes comenzaron siendo un grupo de extraños, ya son unidos. Se han formado amistades y se han conocido nuevas personas. Melany León, actriz ecuatoriana, es la instructora de teatro. Los más pequeños, que actúan junto a ella, no dejan de abrazarla con admiración. Siguen sigilosamente sus pasos, quieren emularla.

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A un costado de la cancha, Gregory Zambrano interactúa con una de las niñas más destacadas en esta disciplina. La infante de cabellos claros ha dominado los aros, bolas, mazas y bastones, al punto de competir con su maestro.

Para ellos, el espectáculo de esta tarde marcará sus vidas. Será la primera ocasión en la que actúen frente a un público grande. Ellos serán los protagonistas, recibirán los aplausos y demostrarán a la audiencia que las carencias económicas o las diferencias sociales no son más grandes que sus sueños.

Me gustaría seguir en el Circo Social y poder enseñar a otros jóvenes, como yo, todo lo que aquí he aprendido. Ni aunque ha llovido hemos dejado de venir a las clases”.Kerly, participante

La idea de este circo es dar a ellos la oportunidad de cambiar sus vidas a través de las artes. Nosotros lo que hacemos es dar alternativas recreativas formativas”.Alexandra Molineros, de fundación

Detalles
Circo social

Presentación
‘Cumpliendo sueños’, la obra de los niños del Circo Social, se presenta a las 16:00 de hoy en el auditorio del Museo Municipal, en las calles Sucre entre Chile y Pedro Carbo. El proyecto es del Municipio, la Fundación Huancavilca y Plan Internacional.

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