Recibiendo a los invitados al almuerzo por la llegada del Año Nuevo del Caballo, con un vestido rojo reluciente, se encontraba Perla de Huang junto con su esposo, Carlos Huang, el pasado domingo.

Ella es presidenta de la Colonia de Taiwán en el Ecuador, uno de los grupos de extranjeros orientales que festejan mañana la Fiesta de la Primavera, que marca el inicio de un nuevo año en su calendario lunisolar.

Esta pareja llegó a la ciudad en 1984, luego de que su cuñada Betty Cheng la invitara a Guayaquil para colocar un restaurante, que lo mantuvieron por tres años. Siguiendo la tradición de sus compatriotas, instalaron luego en el centro de la ciudad una ferretería, que se transformó en una importadora de materiales eléctricos de marcas como Chiyoda, Saturn y Nitto, reconocidas en Asia.

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Pese a ser reservada acerca de su pasado, esta comerciante destaca el clima de la urbe. En Taipei ella trabajaba como secretaria en una entidad gubernamental. Ahora solo regresa a su país una vez al año para visitar a su mamá.

Aún le es difícil expresarse en español por lo que le pide a Guillermo Chang, conocedor de la cultura taiwanesa y actual síndico del templo budista, que cuente acerca de la llegada de la colonia al país.

“Los primeros taiwaneses vienen aquí a partir de 1949 cuando se produce la Segunda Guerra Mundial. Las principales actividades de ellos es en el comercio y en la agricultura”, explica Chang.

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La colonia taiwanesa registra cerca de 250 compatriotas en la ciudad. Actualmente las tercera y cuarta generaciones interactúan en negocios y planteles educativos.

Promover la unión de la colonia y mantener la unidad durante las celebraciones son algunas de las misiones de esta agrupación.

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Uno de los puntos de encuentro para la sociedad es el templo budista. De Huang practica el budismo, esta es una de las costumbres que, confiesa, ella ha mantenido.

Una de las tradiciones que tiene la colonia durante esta época es barrer la casa de arriba hacia abajo y de adentro hacia afuera para sacar la mala suerte del último año.

Otra festividad importante para la comunidad es la Fiesta del Remo, en mayo. En este día se entregan fundas de arroz porque coinciden con la cosecha de la gramínea.

En la celebración del Año Nuevo, la comerciante llama a niños al escenario. A ellos les entrega un sobre con dinero como símbolo de prosperidad para comenzar el nuevo periodo.

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Me encanta el país por sus paisajes, climas, alimentos, su fauna y flora. Me encantó por la calidez y sencillez de los ecuatorianos. Voy una vez al año a Taiwán”.Perla de Huang, presidenta de la Colonia de Taiwán en el Ecuador