En las fachadas de los edificios y casas, en los monumentos públicos, encima de los autos y como cubierta en las paredes de restaurantes, los grillos –insectos de color marrón a negro con hábitos nocturnos– ya ocasionan malestar entre los guayaquileños, por su masiva presencia e intenso canto, con el que los machos atraen a las hembras de su especie.

Incluso, en las redes sociales varios usuarios suben fotografías de sitios donde se aprecian a grillos, con comentarios acerca de la incomodidad y temor que infieren en muchos.

Gretel Campi Pérez, bióloga del Parque Histórico Guayaquil, expone que la aparición de estos insectos se debe al aumento de temperatura en esta época, la luminosidad y condiciones climáticas favorables para su reproducción.

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La especialista agrega que esta especie “no produce ninguna enfermedad, pero causa molestias por la gran cantidad y el mal olor que emanan una vez que mueren”.

Para la bióloga, la llegada de estos insectos no tiene mayor importancia, incluso asegura que los grillos solo sirven para la dieta de los murciélagos.

Campi aconseja evitar que estos ingresen a las casas, en especial a los armarios, para que no causen daños a las vestimentas. Por ello es recomendable mantener puertas y ventanas cerradas o en su caso, por el calor, mantener mallas metálicas en estas entradas y tener como una especie de escudo.