La Federación Internacional de Periodistas (FIP) y la Federación Europea de Periodistas (FEP) exigieron este martes a las autoridades de Ucrania que respeten la libertad de prensa, después del ataque a la informadora opositora Tatiana Chornovil el pasado día 25.

"Condenamos enérgicamente este terrible ataque contra la altamente respetada periodista Tatiana Chornovil e instamos a las autoridades relevantes en Ucrania a llevar a cabo una investigación profunda de este vergonzoso incidente y a garantizar que todos los responsables respondan por sus delitos", señaló el presidente de la FIP, Jim Boumelha, en un comunicado.

Agregó que "el ataque contra Tatiana representa el último intento de utilizar la intimidación y la violencia para prevenir que los periodistas de ese país informen sobre la verdad".

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Este "descarado desprecio" a los derechos y las libertades de los trabajadores de medios de comunicación "no puede ser tolerado", a juicio de las dos federaciones.

El ataque se produjo en una carretera próxima a la ciudad de Boríspol, en las afueras de Kiev, cuando Chornovil regresaba en coche de la capital a su casa.

El automóvil de la periodista, según su propio relato a la policía, fue bloqueado por un todoterreno del que salieron dos personas, que rompieron los cristales del coche y, tras sacarla del vehículo, la golpearon repetidas veces en la cabeza.

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Después de ser localizada de forma casual por la policía, que se percató de que había un coche sin conductor en medio de la calzada, la reportera, que había sido abandonada al borde la carretera por sus agresores, fue hospitalizada con una fractura nasal, conmoción cerebral y numerosos hematomas.

Tras la primeras dos detenciones, la policía dijo que la investigación está bajo el control personal del ministro de Interior, Vitali Zajárchenko, y que los mejores agentes de las fuerzas del orden trabajan en el caso.

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Chornovil se labró gran fama en Ucrania por sus investigaciones sobre la corrupción entre los altos cargos en la Administración del presidente Víktor Yanukóvich.

La periodista relacionó el ataque con su actividad profesional, en particular con un reportaje sobre las viviendas del fiscal general, Víctor Pshonka, y del ministro del Interior que había grabado la víspera.

Numerosos informadores ucranianos han denunciado recientemente haber sufrido agresiones a manos de la policía antidisturbios Berkut, el mismo cuerpo de elite que tomó parte en los violentos enfrentamientos en el centro de Kiev, sacudido desde hace un mes por protestas contra la renuncia a la asociación con la Unión Europea.