El gobierno de Egipto intensificó ayer sus acciones contra los Hermanos Musulmanes (partido del derrocado presidente Mohamed Morsi) al detener a 38 de sus miembros bajo acusaciones de pertenecer a un grupo terrorista.

El general Abdel Fatah al Sisi, el jefe militar que lideró el derrocamiento de Morsi en julio, dijo que el país se pondría firme ante el terrorismo, después de la explosión de una pequeña bomba en El Cairo que dejó heridas a cinco personas que viajaban en un bus que pasaba por la avenida Mustafa Nahas.

El ataque de ayer se produjo al día siguiente de que el gobierno declarara grupo terrorista a los Hermanos Musulmanes, a los que responsabilizó del atentado del martes pasado contra una sede policial que causó 16 muertos en Mansura, en el delta del río Nilo.

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A pesar de que esa acción fue condenada por los Hermanos Musulmanes y reivindicada por el grupo yihadista Ansar Beit al Maqdis (Seguidores de la Casa de Jerusalén), las autoridades aprovecharon la ocasión y dieron un paso más en su lucha abierta contra los islamistas.

El miércoles pasado fueron detenidos 65 seguidores de los Hermanos Musulmanes en varias zonas del país y ayer fue el turno de otros 16, acusados de pertenecer a una organización terrorista en la provincia de Al Sharquiya (norte).

Este segundo grupo está implicado en la supuesta difusión de la ideología de la cofradía mediante folletos, incitación a la violencia y destrucción de instalaciones públicas.

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5 años
Es el tiempo que estará encarcelada la persona que asista a las protestas de los Hermanos Musulmanes.