Cerca del mediodía de este miércoles llegaron a Manta los 17 pescadores que el pasado jueves, frente a las costas de las Islas Galápagos, fueron testigos del incendio que sufriera el barco pesquero Alaska que naufragó tras el siniestro.

Los pescadores fueron recibidos por sus familiares en las afueras del puerto, pero ellos no quisieron dar mayores detalles de lo sucedido. Apenas Rolando Rivas, uno de los rescatados dijo que se sentía feliz de que el día en que se celebra Navidad ellos volvían a abrazar a sus parientes.

Teodora Zambrano llegó a recibir a su hijo Byron Mero quien ya ha sufrido otros dos naufragios y de los que ha salido bien librado. La mayoría de los afectados son de la parroquia Los Esteros, ubicada a cuatro kilómetros al este del centro urbano de Manta.

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Entre los náufragos estaban cuatro miembros de una misma familia. Rosa Franco, matrona de este clan, dijo que pidió a la Virgen de Montserrate (patrona de Montecristi), por la salud de su esposo, dos hijos y un yerno y que al final sus pedidos y oraciones fueron escuchadas.

Se espera que en las próximas horas los pescadores rindan declaraciones a las autoridades de la Capitanía del Puerto de Manta sobre los pormenores del percance. La mayoría de ellos confirmó que volverán a las actividades de pesca luego del feriado de Año Nuevo.