Dominado por los vetustos "almendrones" estadounidenses de los 50 y los antiguos Lada de la era soviética, el parque automotor de Cuba se rejuvenecerá ahora con la importación de vehículos, anunciada el jueves por el gobierno comunista de la isla.

"Serán publicadas durante los próximos días en la Gaceta Oficial nuevas normas jurídicas que pondrán en vigor la política para la importación y comercialización de vehículos de motor, según se aprobó este miércoles en la reunión del Consejo de Ministros", señaló el diario oficial 'Granma', al anunciar una de las medidas más esperadas de las reformas del presidente Raúl Castro.

El periódico destacó que, en consecuencia, que habrá importación y libre venta de motos, autos, furgonetas, camionetas y microbuses, nuevos y de segunda mano, para cubanos y extranjeros residentes, así como para las entidades extranjeras y diplomáticos, estableciendo "precios minoristas semejantes a los que reconoce el mercado entre particulares".

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La medida, aprobada dos años después de que Raúl Castro autorizara la compraventa de autos usados, también permitirá "la compraventa de motores (...) y carrocerías entre particulares" y "la venta de carrocerías resultantes del desarme de vehículos".

Esta norma ayudará a rejuvenecer el parque vehicular en la isla, donde circulan miles de vetustos autos estadounidenses de los años 50 -llamados popularmente "almendrones"- que constituyen un atractivo para los turistas.

"Veo muy bien esta medida, ahora todo el que tenga el dinero se podrá comprar un carro. Había muchas personas a las que sus familiares (emigrados) les han mandado el dinero y no podían hacerlo", dijo el taxista Freddy Mugercia, de 41 años.

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"Hace 20 años que estabamos esperando esto", declaró un profesional de 54 años que trabaja en La Habana Vieja, que pidió no revelar su nombre.

Según 'Granma', con los impuestos de esas ventas "se creará un fondo especial para el desarrollo del transporte público", que tiene muchas deficiencias.

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'Granma' reconoció que en Cuba existe una "baja disponibilidad de autos". Todos los vehículos que circulan en la isla son importados, pues no hay fábricas de automóviles.

Las nuevas normas dejan "sin efecto las cartas de autorización" que el Ministerio de Transporte" entregaba a algunos cubanos, sobre todo músicos, médicos y otros profesionales que cumplían misiones en el exterior, para poder adquirir un auto, añadió 'Granma'.

El diario admitió que ese mecanismo "burocrático" generó "inconformidad, insatisfacción y, en no pocos casos" se convirtió "en una fuente de especulación y enriquecimiento", pues muchos vendían "las referidas cartas incluso antes de comprar el vehículo".

Decenas de miles de cubanos disponen actualmente de ese permiso, mediante el cual pueden adquirir un vehículo usado, pero ese mecanismo estaba congelado desde abril.

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Granma precisó que la "venta liberada se irá implementando de manera gradual y paulatina, y en ella tendrán prioridad quienes actualmente posean cartas de autorización".

Poder comprar un auto nuevo sin permiso estatal, era uno de los reclamos que los cubanos hacían a Raúl Castro, que autorizó en septiembre de 2011 la compraventa de automóviles usados, que también estuvo prohibida durante medio siglo.

Estas son las reformas de mayor impacto de las impulsadas por Raúl Castro desde que sucedió en el mando a su hermano enfermo Fidel en el 2006, junto con la aprobación de la compraventa de casas y la nueva ley migratoria, que entró en vigor en enero y permitió a los cubanos viajar al exterior sin pedir permiso al gobierno por primera vez en 50 años.

Hasta el 2011 los cubanos sólo podían comprar y vender los "almendrones", muchos de los cuales sirven como taxis colectivos.

Para los cubanos, con un salario promedio de 20 dólares al mes, tener un auto representa un lujo: un destartalado coche ruso de los años 80, Lada o Moskovich, puede costar unos 3.000 dólares, pero uno bien conservado vale unos 12.000 dólares.

Un almendrón de los que sirven de taxi también cuesta unos 12.000 dólares, pero los descapotables y muy bien conservados Chevrolet, Cadillac o Chrysler llegan a venderse en 80.000 dólares.

En el sitio de avisos clasificados Revolico (www.revolico.com), muy popular en la isla, este jueves había ofertas de vehículos desde 8.000 hasta 60.000 dólares, según el año, estado técnico, país de fabricación y marca.

En la isla, donde no se publican cifras del parque automotor, se estima que existen unos 60.000 "almendrones", una cifra similar de autos rusos de los años 70 y 80, e igual número de coches más modernos fabricados principalmente en Europa y Asia.

El parque es reducido en comparación con el resto de América Latina, por lo que en La Habana prácticamente no existan embotellamientos de tránsito.