Cuando WikiLeaks subió un nuevo grupo de documentos a SpyFiles citó a dos empresas que tendrían relación con Ecuador, reportó el diario oficialista El Telégrafo, en septiembre pasado.

Estas son la francesa Thales, que vende equipos de control aéreo y que, de acuerdo con su propia información, ya está presente en Ecuador, y la rusa Speech Technology Center, cuyo producto permite crear una base de datos de huellas de voces de las llamadas telefónicas que se pueden unir con reconocimiento facial.

En diciembre del 2012, el sitio Slate.com reveló estas negociaciones con la firma rusa. Inmediatamente, el Ministerio del Interior dijo que eso era una intensificación de la campaña sucia contra el Gobierno.

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Según el periódico El Telégrafo, “funcionarios del Estado ecuatoriano han garantizado que las tecnologías de escucha telefónica que existan en el país, sean o no los productos de Speech Technology Centre, no se usan sino para investigar crímenes”.