Las sanciones del gobierno estadounidense encaminadas a mantener ciertas tecnologías fuera de las manos de los regímenes represivos pueden ser contraproducentes y perjudicar a los movimientos democráticos, afirma un estudio publicado el jueves.

El informe de la Fundación New America asegura que las políticas de sanciones "están en gran parte obsoletas en el reconocimiento de cómo la tecnología de las comunicaciones puede beneficiar tanto a la población civil y servir a los objetivos estadounidenses más amplios de política exterior".

Los expertos agregaron que las sanciones "a menudo tienen consecuencias negativas sobre las poblaciones de los países sancionados, ayudando involuntariamente a los regímenes represivos que tratan de controlar el acceso a la información dentro de sus fronteras".

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La Fundación New America abogó por la creación de "sanciones inteligentes" que podrían impedir a ciertos gobiernos la capacidad de controlar y silenciar los movimientos de oposición, al tiempo que permiten un mayor acceso a las herramientas de comunicación personal.

"Estas tecnologías aumentan la capacidad de los ciudadanos para acceder y compartir información y comunicarse entre sí", dijo Danielle Kehl, uno de los autores del informe.

El informe examina las sanciones contra Irán, Siria, Sudán y Corea del Norte, donde las empresas estadounidenses tienen prohibido la venta de muchos tipos de equipos de telecomunicaciones.

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Debido a esto, los investigadores dijeron en un foro de discusión del informe, que los ciudadanos de esos países a menudo utilizan el software obsoleto que está plagado de agujeros de seguridad que pueden ser fácilmente aprovechados por los regímenes.