Tras el acuerdo histórico firmado el pasado fin de semana entre Irán y el grupo de los 5+1 (Estados Unidos, China, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) para congelar parcialmente el programa nuclear iraní, el presidente Barack Obama empezó ayer el levantamiento de las sanciones que pesan sobre esta nación islámica.

El gobierno de Teherán informó ayer el desbloqueo de 8.000 millones de dólares en activos iraníes en EE.UU.

Según el portavoz de la Administración iraní, Mohamad Baqer Nobajt, los activos están ya disponibles para su uso, pero Teherán no los convertirá todos en moneda local.

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El acuerdo en Ginebra prevé que Irán cese el enriquecimiento de uranio a más de 5% durante seis meses, y la suspensión del reactor de agua pesada de Arak, que debía entrar en servicio en el 2014 y podría producir el plutonio para la fabricación de una bomba atómica.

En tanto, la Unión Europea (UE) prevé levantar en diciembre las primeras sanciones a Irán. Ese levantamiento será “limitado” y “reversible”, dijo el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, quien precisó que solo el sector automotor se verá concernido en esta fase.

Estados Unidos y la Unión Europea han aplicado sanciones por separado a Irán.

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Aliviar las restricciones europeas beneficiará las transferencias financieras para comprar alimentos y medicinas y la capacidad de terceros países de usar firmas con sede en la UE para volver a asegurar los embarques de petróleo iraní.

Irán podrá obtener $ 1.500 millones adicionales por exportaciones de productos petroquímicos y automotrices.

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El convenio en Ginebra es un primer paso que Israel ha condenado por considerarlo un “error histórico”. En eso coincide con Arabia Saudí que comparte la preocupación por un Irán nuclear y la creciente influencia regional de ese país.

Muchos iraníes parecían entusiasmados por el acuerdo y la posibilidad de que se ponga fin a las sanciones, como el bloqueo del acceso a la red bancaria internacional que ha sofocado negocios y ha complicado transacciones rutinarias, como pagar una matrícula estudiantil en el exterior. Pero algunos grupos intransigentes no quieren saber nada de cooperar con Washington. Un editorial del diario conservador Kayhan describió a EE.UU. como una potencia embustera que podría renegar de sus promesas aunque Irán cumpla las suyas.