La expresidenta socialista Michelle Bachelet es la gran favorita para vencer en segunda vuelta a la oficialista Evelyn Matthei el 15 de diciembre, tras haber obtenido un 46,67% de los votos en los comicios del domingo.

Matthei, exministra del Trabajo del gobierno de Sebastián Piñera, logró el 25,01% de la votación, de acuerdo a los resultados oficiales del Servicio Electoral.

"Vamos a trabajar para ganar ampliamente en diciembre", aseguró la exmandataria, de 62 años, ante sus adherentes que celebraron su victoria en la céntrica avenida Alameda de Santiago.

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Cerca de 13 millones de chilenos estaban llamados a votar en las elecciones presidenciales y parlamentarias del domingo, en las que se estrenaba el nuevo sistema de inscripción automática y el voto voluntario en Chile. Pero según los últimos cómputos, la participación fue de un 56%, muy por debajo de los pronósticos.

También contra los prónosticos, Bachelet no consiguió el triunfo en la primera ronda, para lo cual necesitaba el 50% más uno de los votos emitidos. Pero los expertos dan por descontado que la exmandataria será la gran triunfadora en diciembre.

Los resultados permiten al partido oficialista "perder en forma más digna", afirmó el politólogo de la Universidad Adolfo Ibáñez, Cristóbal Bellolio.

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Así el analista destacó que la elección de diciembre será "casi un trámite" para Bachelet.

Bachelet y Mattei representan dos visiones diametralmente opuestas de Chile, que cada una defenderá con vehemencia en la campaña por la segunda vuelta.

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Bachelet, la primera mujer que llegó a la presidencia chilena (2006-2010), impulsada por la coalición Nueva Mayoría -socialistas, democristianos y el Partido Comunista- propone un ambicioso paquete de reformas que buscan corregir el modelo político y económico heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Con una economía chilena que crece a buen ritmo pero que arrastra una alta desigualdad social la propuestas de cambio que propone la exmandataria han calado hondo.

Bachelet (presidenta de 2006 a 2010) propone una reforma educativa que incluye la gratuidad universal en la educación universitaria en seis años, haciéndose eco de las protestas estudiantiles de 2011, en un país que tiene el sistema universitario más caro de la región.

Los ajustes incluyen una reforma tributaria que busca recaudar unos 8.000 millones de dólares, a través de un gradual aumento de los impuestos a las empresas, que se destinarían a su reforma educativa.

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Su paquete incluye, además, una reforma de la Constitución para dejar de lado la herencia de la dictadura, que según ha dicho Bachelet, contiene una serie de "cerrojos" antidemocráticos, como los senadores designados.

Pediatra y madre separada de tres hijos, Bachelet impulsa asimismo la reinstauración del aborto terapéutico -prohibido en Chile en todas sus formas- así como abrir un debate sobre matrimonio igualitario.

Pero para concretar los cambios, la candidata socialista necesita una amplia mayoría en el Congreso.

La coalición de Bachelet logró una mayoría simple en la Cámara de diputados, pero esta es insuficiente para acometer los cambios más profundos, con lo que estará obligada a pactar.

Nueva Mayoría obtuvo 68 diputados, sobre un universo de 120, según los resultados difundidos por el Servicio Electoral.

En el Senado, la nueva mayoría consiguió 21 bancas, en un total de 38.

Esa mayoría simple permitiría a Bachelet -en caso de ratificar su triunfo en el balotaje- acometer solo algunas de las reformas que ha propuesto, como la reforma tributaria y la educacional. Pero le será difícil alcanzar un acuerdo para una nueva Constitución.

Matthei se opone fervientemente a las reformas propuestas por Bachelet, con quien comparte un pasado en común: ambas son hijas de generales de la Fuerza Aérea que eran grandes amigos y de niñas compartieron juegos en la base militar donde vivían.

Candidata de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI) de 60 años, Matthei aspira a una continuidad del gobierno de Piñera, calificando los cambios impulsados por Bachelet como "irracionales".

Asimismo, ha dicho que no está dispuesta a entregar la gratuidad en la universidad.

"Sabíamos que el desafío de ganar en primera vuelta era complejo", reconoció Bachelet tras conocerse los resultados.

En tercer lugar se ubicó el exsocialista Marco Enríquez-Ominami, con un 10,93%, mientras que el empresario Franco Parisi obtuvo un 10,13%. Ninguno de los otros cinco candidatos lograron superar el 3%.

Pese a la gran diferencia obtenida por Bachelet, el paso a segunda vuelta de Matthei le otorga una inyección moral a la derecha chilena, que arriesgaba en esta elección ser aplastada, estimaron analistas consultados por la AFP.

"Hay un triunfo moral de la derecha, porque había unas expectativas muy malas en cuanto a la candidatura de Matthei y su incapacidad de alcanzar una mínima cohesión como coalición electoral", afirmó el analista de la Universidad de Santiago, Marcelo Mella.

Pero Matthei está dispuesta a dar la batalla: "Vamos a ganar en segunda vuelta", aseguró.