Los $ 4’831.750 que recibió el polémico proyecto de producción de maracuyá La Majadita los manejaron los dirigentes de la asociación agrícola y también el Banco Nacional de Fomento (BNF), entidad que otorgó el crédito en marzo del 2010.

“El Banco estaba no solo en pleno conocimiento de las actividades del proyecto sino que también participaba en la aprobación del destino de los fondos aportados al fideicomiso”, señala un informe de un equipo de auditores del BNF enviado a la Contraloría del Estado.

Las inversiones que se habrían hecho en este proyecto las aprobó la junta del fideicomiso La Majadita, presidida por dos miembros de la preasociación agrícola y por dos delegados del gerente general del BNF, todos con voz y voto.

Publicidad

Las sesiones del fideicomiso las presidía Leonardo Rivas Espinoza, representante de los 249 agricultores agrupados en el proyecto, y como secretaria de la junta actuaba Pamela Sánchez Aragón, en nombre de la Fiduciaria del Pacífico, entidad que administra los fondos.

Según el equipo de auditores del BNF, el área de crédito del banco presentó en enero, febrero y julio del 2011 tres informes sobre las inversiones realizadas en la hacienda La Majadita, en el recinto Las Piedras del cantón Pedro Carbo (Guayas).

En esos informes se determinaron los trabajos realizados y aquellos que estaban pendientes. Sin embargo, no se precisaron los montos invertidos sino que en términos porcentuales se detallaban avances del 90% de tareas de desbroce, 85% en instalación de tuberías de riego, 60% en una albarrada, etc.

Publicidad

En el 2011, un equipo de auditores del BNF pidió sin éxito que el banco realice una auditoría al proyecto, pericia contable que tampoco se realizó en los tres años que la Fiscalía investigó un supuesto delito de malversación de recursos.