La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, dio este miércoles un plazo de 48 horas a las empresas implicadas y a los sindicatos para que alcancen un acuerdo que ponga fin a la huelga de limpieza, que dura ya nueve días y que ha dejado las calles de la capital española llenas de basura.

Si los sindicatos y las empresas concesionarias de la limpieza no consiguen llegar a un acuerdo en dicho plazo, Botella anunció que pondrá en manos de la Fiscalía la situación creada por esta "huelga salvaje" y encargará a la compañía pública Tragsa la recogida de basura mientras dure el conflicto laboral.

Los trabajadores del sector se declararon en huelga en protesta por los planes de las tres empresas concesionarias de la limpieza de despedir a más de 1.100 empleados de los 6.000 que trabajan en el servicio de limpieza y mantenimiento de jardines de Madrid, mediante un ERE (expediente de regulación de empleo).

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La alcaldesa aseguró que la opción de encargar a la empresa Tragsa -participada por el Estado- no costará nada de dinero a las arcas del Ayuntamiento.

Los servicios de Tragsa se mantendrían "tanto tiempo como dure el conflicto" y los gastos y costes se repercutirán a las concesionarias del servicio (OHL-Ascan, FCC-Servicios Ciudadanos, y Sacyr), que según Botella son las obligadas a cumplir los servicios mínimos.

La alcaldesa de Madrid lanzó la advertencia de acudir a la Fiscalía argumentando que ya ha formalizado el aviso a las empresas de que no se están cumpliendo los servicios mínimos y una vez que, en su opinión, ya ha transcurrido un plazo prudencial para un acuerdo entre las tres empresas concesionarias y los trabajadores.

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"Madrid no puede esperar más a que se pongan de acuerdo", recalcó Botella, quien descartó pedir cualquier tipo de ayuda al Ministerio de Defensa para que el Ejército colabore en la limpieza, puesto que según ha argumentado no existe un riesgo para la salud de los ciudadanos.

Preguntada sobre los peligros que puede conllevar la acumulación de basura en las calles, la ministra de Sanidad, Ana Mato, insistió este miércoles en que "no hay ningún riesgo sanitario" para los habitantes de Madrid.

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Al menos 16 personas han sido detenidas en los primeros ocho días de la huelga, en la que se han dañado más de un centenar de contenedores y papeleras, así como vehículos particulares y de las empresas de la limpieza, según la policía.