La esposa y la hija de un exalcalde del cantón Lomas de Sargentillo, ubicado en la provincia del Guayas, permanecieron secuestradas el jueves durante unas 13 horas, por parte de sujetos que las increparon cuando dejaban al nieto del exfuncionario en una escuela del cantón guayasense.

Según el exedil, el móvil del secuestro era para pedirle una recompensa de $ 400.000, los cuales nunca fueron entregados, porque se dio aviso de inmediato a la Policía.

"Nuestra familia ha sufrido por la delincuencia. En dos ocasiones anteriores yo fui una víctima de los secuestradores, donde la primera vez tuve que dar casi 30.000 dólares, contando las joyas, y la segunda ocasión pidieron por mi libertad 35.000 dólares", dijo el exedil.

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Algunos habitantes del cantón se ubicaron a las afueras de la casa del exalcalde, a la espera de noticias de las secuestradas. Un operativo se realizó en el sector de San Vicente (centro de Lomas de Sargentillo) y el recinto La Chacra, pero los agentes no encontraron evidencia alguna.

Un alto oficial de la Policía en Daule indicó que en horas de la tarde se detuvo a un sujeto sospechoso, quien dio los indicios para realizar los operativos en lugares antes mencionados.

Según el exfuncionario, su esposa e hija fueron secuestradas alrededor de las 07:30 a las afueras de la escuela de su nieto y fueron encontradas por miembros de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase), en un camino de piedras, cerca de las 20:30. Los secuestradores habrían dejado abandonadas a las mujeres por temor a ser capturados.

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"Fueron dos tipos con armas que nos golpearon y amenazaron de muerte, nos tuvieron en un cuarto con un perro que nos vigilaba. Pensé que nos iban a matar pero gracias a Dios no pasó eso. Luego, en la noche, en un oscuro camino nos dejaron botadas", dijo la hija del exalcalde.

Además detalló que cuando las bajaron de un carro les dijeron "caminen largo y podrán ser libres". Cuentan que el lugar era oscuro y solo se escuchaba el ladrido de unos perros, pero después vieron pasar una camioneta, por lo que gritaron para pedir auxilio. En el vehículo viajaban miembros de la Unase.

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La esposa del exacalde indicó que fueron los momentos más difíciles de su vida, porque se imaginó morir. "Yo ya he vivido mi vida, le decía a ellos que si me querían matar que lo hagan, porque ya estoy cansada de vivir en zozobra con este problema de los secuestros", dijo la mujer.

El fiscal Francisco Campodónico indicó que el encuentro de las afectadas y el exfuncionario se dio gracias a los trabajos realizado por la Policía. "Es importante saber que cuando ocurre este tipo de delitos, lo mejor que se puede hacer es de inmediato dar aviso a la policía", dijo el fiscal. "Estamos seguros que lo ocurrido con las dos señoras fue delincuencia común".