El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, detalló el control que tienen las distintas fundaciones municipales de la ciudad, como respuesta a las críticas que recibieron estos entes por parte del presidente del Ecuador, Rafael Correa, y de la gobernadora del Guayas, Viviana Bonilla.

"Si ganamos la Alcaldía de Guayaquil, eliminaremos todas esas fundaciones (municipales) y haremos empresas públicas municipales, controladas por los organismos de control del Estado -Contraloría, etcétera- con rendición de cuentas y con el escrutinio público, como siempre debió ser", indicó Correa el pasado martes.

Mientras que Bonilla indicó que "las fundaciones (municipales) son otra forma de debilitar la institucionalidad estatal. Y ha servido, además, para que la administración municipal actual pueda manejar unas cifras que no son reales. No sabemos lo que estas fundaciones gastan en gasto corriente".

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Ante los comentarios del presidente y la gobernadora, Nebot aseguró que las fundaciones "tienen más control que el propio Gobierno y que los municipios". Detalló que el Gobierno central y los cabildos tienen la auditoría interna de la organización y la de la Contraloría, mientras que las fundaciones municipales de Guayaquil tienen cuatro: la auditoría interna de la organización, la auditoría externa de las fundaciones, la auditoría de Contraloría, además del control municipal.

El alcalde explicó que existen dos tipos de fundaciones: las de obra y las de servicio. De las primeras citó a Siglo XXI, que se encarga de la regeneración urbana en la ciudad. "Es más eficiente que el Municipio. La relación de 85% para obra y 15% para gasto es ampliamente superada a favor de la obra en la Fundación Siglo XXI", aseguró.

Del segundo grupo mencionó a la Fundación Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil (AAG), encargada de controlar el aeropuerto internacional José Joaquín de Olmedo. Explicó que esta entidad no invierte, sino que solo se encarga del control, por lo que solo tiene gastos, pero que esos rubros no los asume el Cabildo, sino que lo hace el concesionario Tagsa. "Por lo menos si pretenden gobernar una ciudad,  vayan estudien (...), no mientan porque el pueblo aquí sabe lo que pasa", dijo  Nebot.

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"El pueblo guayaquileño sabe que necesita un alcalde, no un empleado del presidente. Yo no tengo jefe, mi jefe es el pueblo. Un alcalde que le obedezca al presidente de la República sería una tragedia para la ciudad de Guayaquil", dijo Nebot durante su enlace radial de los miércoles.