A sus 71 años, María Bonilla recibió la propuesta de aprender a leer y a escribir. Recibió a docentes en su casa, en la ciudadela Eliécer Pérez, que le hicieron recordar las primeras palabras que aprendió en los dos años que estuvo en la escuela.

Ese aprendizaje la ayudó en su adultez, pero vio oportuno reforzar conocimientos al participar en un curso de alfabetización que duró seis meses.

Su hermana Gloria, de 60, también fue una de las asistentes a la capacitación y, asimismo, alrededor de 400 jóvenes y adultos del área urbana y rural de Naranjito, como las hermanas Inés Francisca y María Abigaíl Muñoz, de 21 y 18 años, en su orden, quienes recibieron las charlas en la casa comunal del recinto Assad Bucaram.

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“Inés, sé escribir”, dijo la más joven y plasmó su nombre en un papel, orgullosa de sí.

Sandra Chango, coordinadora de la capacitación, que es parte del programa Educación Básica de Jóvenes y Adultos (EBJA) del Ministerio de Educación, indicó que fueron 470 participantes de la primera fase de la capacitación.

La clausura de las clases se efectuó ayer, dentro de un programa artístico en el parque central. El grupo Cristal, de Milagro, entonó pasillos.

De muchachita tuve dos años de escuela, me enseñaron otra vez a escribir, a recordar”.Gloria Bonilla, asistente a clases