El Senado de Estados Unidos rechazó en la noche del lunes un nuevo proyecto de presupuesto federal que había sido aprobado minutos antes por los diputados.

Los senadores del partido Demócrata rechazaron el texto porque postergaba el plazo de entrada en vigor de la reforma del sistema de salud pública propuesto por el presidente, Barack Obama.

Se trata de la tercera tentativa del opositor Partido Republicano, que posee mayoría en la Cámara de Representantes (diputados), de bloquear la adopción del sistema de salud apodado 'Obamacare'.

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Para el senador demócrata Harry Reid, los legisladores del partido Republicano "han perdido la cabeza", y prefieren provocar la parálisis del gobierno federal para bloquear la reforma del sistema sanitario que a partir de enero obligará a todos los estadounidenses a contratar un seguro de salud.

Además, prohíbe al Gobierno subvencionar los seguros médicos de los miembros del Congreso o de los funcionarios de la Casa Blanca, incluido el presidente, Barack Obama.

"Albert Eistein decía que la estupidez consiste en hacer lo mismo una y otra vez pensando en obtener un resultado diferente", ironizó el senador Reid en referencia a los diputados del partido Republicano.

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En caso de que no se alcance un acuerdo hasta la medianoche de Washington (las 23:00 de Ecuador) el gobierno quedará paralizado por la ausencia de un presupuesto federal.

En la tarde, durante un discurso por televisión, Obama alertó que una parálisis del gobierno provocaría la puesta bajo licencia sin sueldo de unos 800.000 empleados públicos en todo el país durante el tiempo que dure la falta de fondos y podría costar más de 1.000 millones de dólares a las arcas públicas, según la Casa Blanca.

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La Cámara de Representantes había aprobado previamente este lunes un plan presupuestario que evitaría un cierre temporal del Gobierno federal esta medianoche, pero retrasando durante un año la entrada en vigor la Ley de Salud, conocida como 'Obamacare', de una parte clave de la reforma sanitaria, algo que el Senado y la Casa Blanca habían advertido que no aceptarán.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, dejó claro que no está dispuesto a ceder, en un discurso poco antes de la votación.

"No voy a negociar", dijo Boehner. "Le diré al presidente: esto no se trata de mí. No se trata de los republicanos en el Congreso. Se trata de justicia para los estadounidenses", agregó, y subrayó el "impacto devastador" que está teniendo la reforma sanitaria.

"Esos intentos (de descarrilar la reforma sanitaria) nunca se aprobarán en el Senado ni se convertirán en ley", advirtió Obama en sendas llamadas a los líderes del Congreso poco antes de la votación.

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