Hilda Garcés Dávila, jueza de Violencia contra la Mujer y la Familia, levantó la prohibición para la venta y distribución del libro Una tragedia ocultada, que narra las matanzas de pueblos en aislamiento voluntario en marzo de este año.

La prohibición se recibió el miércoles pasado, justo en el momento en que sus autores, Miguel Ángel Cabodevilla, Milagros Aguirre y Massimo de Marchi, presentaban el libro.

La jueza argumentó que la obra no podía circular debido a la foto que era parte de la invitación al evento, la cual mostraba a una niña a la que se violentaban sus derechos. Ayer, la jueza señaló que “el autor y coautores del libro han demostrado que la portada no incluye la foto con la que se corrió la invitación y que las fotos que constan dentro del libro están con un tipo de diseño que impide que se pueda observar la identidad de la niña”.

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En un comunicado, el Gobierno calificó la prohibición de censura previa. Cabodevilla contó que recibió una llamada de Rafael Correa, y en un diálogo amable le dijo: “Mi intención es colaborar, no el hecho de que si se ve o no el ojito de una niña, eso es intrascendente; lo que es trascendente es que en seis meses no se han puesto nuevas medidas de control y de protección en la zona”.