El ministro de Seguridad de Ecuador, Homero Arellano, constató este viernes el incremento de cultivos ilícitos en una franja fronteriza de 10 kilómetros del lado de Colombia, donde por petición de Quito se suspendieron las fumigaciones aéreas.

"Es indudable, estos cultivos los hemos visto, los hemos palpado hoy", dijo Arellano a periodistas luego de una inspección que realizó a esa zona con el ministro colombiano de Defensa, Juan Carlos Pinzón.

"Hemos visto cómo destruyeron un laboratorio (para el procesamiento de hoja de coca, materia prima de la cocaína). Esas imágenes las llevamos a nuestras autoridades allá en Ecuador. Vamos a mirar, vamos a analizar", agregó el ministro ecuatoriano.

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Colombia debió suspender en 2007 las fumigaciones aéreas con glifosato en esa franja fronteriza con Ecuador, que por ello demandó a Bogotá en 2008 ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

El gobierno del presidente Rafael Correa argumentó que la erradicación aérea dañó cultivos legales y afectó la salud de pobladores del lado ecuatoriano de la frontera de 700 km.

Finalmente, Ecuador desistió de la demanda tras llegar a un acuerdo con Colombia, según informó el procurador general de ese país, Diego García, la semana pasada.

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El acuerdo prevé que Colombia "adopte todas las medidas necesarias para evitar que sus labores de erradicación de cultivos ilícitos pueda generar un efecto nocivo en Ecuador".

Para ello se estableció una zona de exclusión de 10 kilómetros contados desde la zona de frontera, misma que se podrá reducir única y exclusivamente en el caso en que se demuestre que las aspersiones no hayan alcanzado territorio ecuatoriano.

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Al respecto, el ministro Arellano recordó que "hay unos acuerdos diplomáticos y técnicos que son de conocimiento público", pero dijo que ello no significa que "no encontremos nuevas alternativas, porque a nadie le interesa que esos cultivos sigan allí".

"La decisión del pueblo ecuatoriano, del presidente del Ecuador, de sus Fuerzas Armadas, es de luchar contra el narcotráfico, y nosotros estamos también dispuestos a poner un freno a este tipo de actividades", agregó Arellano.

"Sabremos buscar la mejor forma de combatir esto y de cooperar", añadió, tras destacar el buen momento por el que pasan las relaciones entre los dos países.

Los dos ministros y autoridades civiles y militares de los dos países concluyeron así una encuentro de dos días que se inició el jueves en la ciudad Cali (470 km al suroeste de Bogotá).

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Allí acordaron patrullar conjuntamente la zona costera de la frontera común para fortalecer la lucha contra el narcotráfico y la pesca ilegal en aguas del océano Pacífico.