La pequeña isla toscana del Giglio se preparaba este domingo a asistir al operativo para enderezar el enorme barco "Costa Concordia", encallado en su orilla desde hace más de año y medio, una maniobra prevista el lunes jamás realizada antes en el mundo.

La luz verde fue oficialmente dada el domingo a media jornada por la Protección Civil italiana, al constatarse que las condiciones meteorológicas y marinas eran "compatibles" con la "factibilidad" de la operación, que empezará a las 06H00 locales (04H00 GMT) del lunes.

"La isla esta preparada para este acontecimiento, estamos muy confiados en su buen desarrollo (...)", afirmó Alessandro Centurioni, vicealcalde de Giglio y encargado del Medio Ambiente. "Por nada del mundo dejaré de asistir a este espectáculo, mañana estaré en el puerto con el alcalde desde las 05H30", dijo a la AFP.

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El operativo de enderezamiento de este gigantesco crucero, cuyo naufragio en enero de 2012 dejó 32 muertos, será seguido en directo por varias cadenas de televisión y otros medios, que han acreditado a 400 periodistas, fotógrafos y camarógrafos.

Las autoridades han erigido un cordón de protección en torno de los restos de la nave. Desde el inicio del operativo ninguna embarcación --salvo las que participan en el enderezamiento-- podrá cruzar dicho cordón, e incluso el sobrevuelo del "Concordia" quedará prohibido.

El pequeño puerto de la isla, al que llegan numerosos transbordadores con turistas, permanecerá cerrado todo el día.

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"Enderezar el 'Concordia' representa ahora el menor riesgo", aseguró ante los diputados el jefe de la Protección Civil, Franco Gabrielli, también comisario especial del gobierno a cargo de la gestión del 'Concordia'. Los técnicos aseguran que el barco difícilmente habría soportado un tercer invierno en el agua.

"Se presta la máxima atención a los eventuales problemas de naturaleza medioambiental", aseguró Gabrielli.

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En torno al semihundido barco se han desplegado barreras marinas anticontaminantes. También se ha previsto el eventual bombeo de líquidos tóxicos que pudieran verterse del barco en el curso de la operación.

No menos de un centenar de personas participan en el operativo, inédito a nivel mundial para una embarcación semihundida de semejante tamaño, bajo la dirección del experto sudafricano de recuperación de navíos Nick Sloane.

La operación, que durará prácticamente toda la jornada y correrá a cargo del armador, está evaluada en unos 600 millones de euros, una cifra que "aumenta" según Franco Porcellacchia, jefe de proyecto de Carnival, el grupo estadounidense que controla la compañía Costa.

El navío, completamente tendido sobre su flanco derecho, fue estabilizado gracias a centenares de sacos de cemento colocados por submarinistas en el fondo del mar, y por una plataforma, del tamaño de un campo de fútbol, construida en el subsuelo marino, y sobre la cual se posará el barco.

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El navío iniciará la rotación impulsado por enormes cadenas de acero enlazadas a torrecillas, instaladas para la ocasión. Luego, a partir de un cierto grado, será la fuerza de gravedad la que impulsará al barco hacia la posición vertical, según el proyecto.

En fin, varios meses después, el armazón de lo que fuera un palacio flotante será totalmente reflotado y remolcado lejos de Giglio.