Madres con sus pequeños hijos en brazos o sobre las espaldas, personas con muletas y decenas de padres pugnaban ayer en Ambato –desde antes de las 08:00– por ingresar a la Dirección de Educación, distrito 1. Ya adentro, ellos debieron hacer largas columnas con el fin de ser atendidos para la asignación de cupos o para el traslado a planteles educativos cercanos a sus lugares de residencia.

En ocasiones los policías no podían contener a la multitud. “Nos hacen venir desde hace días para darnos solución, pero es tanta la cantidad de padres que estamos con problemas de cupos, cada vez hay más inconvenientes”, dijo Jéssica Vega.

Ramiro Velasteguí, director del Distrito 1 de Educación en Tungurahua, dijo que hay una gran demanda de cupos y reconoció que por la saturación en algunos planteles ya no hay más. “Nos vemos obligados a ubicarlos un poco más allá”, dijo y aseguró que están dentro de los circuitos y parroquias.

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Señaló como prioritarios los casos de hermanos que están en planteles distintos, pues la idea es ubicarlos en el mismo local.

Este panorama se repitió en otras provincias del régimen Sierra, cuando faltan solo tres días para el inicio de clases.

Luego de que se informó la reasignación de cupos de estudiantes de primero a décimo grado de Educación General Básica, los padres acudieron masivamente desde la madrugada de ayer a los puntos de información dispuestos por el Ministerio de Educación.

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Largas filas volvieron al colegio Montúfar y a la Subsecretaría de Educación del Distrito Metropolitano, en Quito. A los padres se les pidió volver el lunes para atender los cambios de domicilio. El subsecretario de Coordinación Educativa, Freddy Peñafiel, dijo que los inconvenientes se resolverán hoy.

En las direcciones de Educación de Azuay y Cotopaxi y en el Distrito Riobamba-Chambo (Chimborazo), también se registraron filas de padres inconformes.

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