Desde la Embajada de Ecuador en Londres, donde permanece más de un año asilado, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se promociona para las elecciones del Senado de Australia del 7 de septiembre próximo. Hace un mes presentó desde ahí, vía Skype, su partido político. Ayer difundió un video musical de parodia, grabado en esa delegación diplomática.

Assange recibió asilo de Ecuador para evitar ser extraditado a Suecia, que lo reclama por presuntos delitos sexuales que él niega. En febrero dijo que ganar un escaño facilitaría el fin de su encierro.

Sobre la grabación del video de Assange y si este es un huésped incómodo, la respuesta que ayer dio el vicecanciller Marco Albuja en una entrevista radial fue: “Para nada, nosotros apoyamos la cultura y cierto, es parte de la cultura popular australiana”. “La convención de Viena y la normativa internacional dice que el señor Assange no puede emitir declaraciones políticas sobre el país de asilo, sobre el Ecuador”.

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Sin embargo, para el catedrático de derecho internacional Carlos Estarellas Velázquez el asilo tiene reglas claras que señalan que un asilado cuando está dentro de la Embajada no puede de ninguna manera tener actividad política. “Assange ha violado reiteradamente las convenciones del asilo, por lo cual aspiro a que el Gobierno le llame la atención”.

Con él coincide el exministro de Gobierno, Mauricio Gándara, ex embajador en Reino Unido. “Con la conducta de Assange, la Embajada de Ecuador ha perdido su respeto e incluso el mismo Gobierno queda mal internacionalmente”. Y dijo que si es verdad que el video se filmó con la ayuda de funcionarios de la institución, deben ser sancionados porque están perjudicando el nombre del país.