El soldado estadounidense Bradley Manning fue sentenciado ayer en una corte militar a 35 años de prisión y expulsado del Ejército con deshonor por la histórica filtración de más de 700.000 documentos clasificados a WikiLeaks.

Manning, de 25 años, se enfrentaba a un máximo de 90 años tras ser encontrado culpable a finales de julio de 20 de los 22 cargos que le imputaba el gobierno de EE.UU., incluidas varias violaciones de la ley de espionaje, robo de información gubernamental o abuso de su posición de analista en Irak, aunque fue exculpado del cargo más serio, el de ayuda al enemigo.

La jueza militar del caso, la coronela Denise Lind, leyó la sentencia en poco menos de dos minutos y Bradley Manning no mostró reacción visible ante la lectura de la condena que se verá reducida en 1.294 días por el tiempo ya pasado en prisión desde su detención en mayo del 2010 en suelo iraquí y por el trato abusivo que recibió en sus casi nueve meses de reclusión y aislamiento en Quantico (Virginia).