José Acacho, asambleísta de Pachakutik por la provincia de Morona Santiago, asegura que la condena a 12 años que recibió por sabotaje y terrorismo, “es injusta” y con “tintes políticos”. Para el líder shuar, de 45 años, con la sentencia, el presidente Rafael Correa le estaría “clavando” la misma lanza que le regaló como gesto de buena fe, un 15 de marzo del 2008, cuando visitó la Federación Shuar, que entonces Acacho presidía.

¿Cuál fue su participación en la protesta contra el proyecto de Ley de Aguas, en el 2009?
En los testimonios que presentó la Fiscalía absolutamente ninguno dijo haberme visto el día 30 de septiembre en el puente del río Upano con una carabina, una escopeta, una piedra... Nunca estuve yo ahí y, por lo tanto, no soy responsable del delito por el cual se me acusa. No hay ninguna prueba material. Lo que han presentado como pruebas son las entrevistas que yo daba a diferentes medios de comunicación, en el sentido que desde la Asamblea había la intención de aprobar una Ley de Aguas que perjudicaba a toda la población de la provincia y el país.

¿Usted pidió por la radio La Voz de Arutam que la gente salga a protestar con “lanzas afiladas y que traigan veneno en botellas”, lo que la Corte consideró para sentenciarlo?
Me gustaría que se escuche la grabación en una audiencia pública en la que pueda estar la gente mayor del pueblo shuar, que sabe del idioma; académicos o lingüistas shuar o peritos calificados por la Corte Nacional de Justicia para determinar si es que en esa grabación estoy diciendo: salgan a matar, a violar, a robar, a que salgan con lanzas, venenos o armas. Nos crea dudas la traducción porque la hizo una persona que en la audiencia dijo (que) trabajaba para la compañía minera Exa. Otro que había traducido el audio dijo que había sido solicitado y pagado por el Ministerio de Telecomunicaciones.

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Usted ha dicho que en su caso la justicia actuó de forma política. Entonces, ¿apuntan a una demanda ante la CIDH?
Tendríamos todas las posibilidades de ganar este juicio en el Ecuador si la justicia fuese independiente. Pero vamos a ganar el juicio con toda seguridad, así me lo dicen mis espíritus, en los tribunales internacionales. El Gobierno tendrá que pagar daños y perjuicios, tendrá que indemnizar porque llevó a una persona inocente a la cárcel.

Ha dicho que enfrentará la cárcel, que no huirá y que no está interesado en solicitar asilo político, ¿así lo hará?
Poder huir o estar en la clandestinidad yo puedo hacerlo. Tengo tanta selva, un territorio todavía virgen para poder estar escondido. Si hago eso significaría que yo cometí el delito y, por lo tanto, estoy huido. Yo no he cometido ningún delito, entonces no tengo por qué huir. Yo debo demostrar mi inocencia, aun estando en la cárcel.

¿La sentencia en su contra desactiva aún más al movimiento indígena en su afán de incidir políticamente en leyes que son analizadas en la Asamblea?
Más bien la activa. Todo esto nos fortalece, nos da motivos para estar unidos. Si habría miedo no existirían estas reacciones de apoyo, ni tampoco la Ecuarunari, la Conaie o el Pachakutik dirían que vamos a continuar en la resistencia.

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En estos cuatro años no se ha logrado definir de dónde provino la bala que mató al profesor Bosco Wisuma, ¿a qué lo atribuye?
Hay más apresuramiento por condenar a Pepe Acacho que por encontrar al autor de la muerte de Bosco Wisuma. Le pido al Gobierno que busque al autor de esa muerte por cualquier medio. ¿Quién mató a Bosco Wisuma es la gran pregunta? Por ello, pedimos que se sometan a un detector de mentiras a todo el personal de la policía que fue movilizado el 30 de septiembre a Macas y al puente sobre el río Upano.

¿Judicializar lo que ustedes llaman protesta social ahonda la crisis?
El Gobierno ha utilizado mecanismos para dividirnos, pero no le ha servido. Pienso que criminalizando la protesta es cuando más motivos tenemos para estar unidos. El Gobierno ha intentado dividirnos y lo ha hecho también. Podemos ver mucha gente nuestra, del movimiento indígena, que están colaborando con el Gobierno. ¿Pero quiénes son? Son personas que estuvieron con Lucio Gutiérrez, con Abdalá Bucaram y ahora están con Rafael Correa.

Si es que era un hombre disociador, peligroso, instigador, una persona de mala conducta no sé cómo mi pueblo confió y votó para asambleísta por Morona Santiago”.