Protestas islamistas llevaron el viernes a un nuevo baño de sangre en Egipto, con unos 50 muertos solo en la capital El Cairo en un denominado 'Día de la Ira' que fue convocado por los seguidores del depuesto presidente Mohamed Morsi contra la represión del Gobierno apoyado por los militares.

Al convocar al "Día de la Ira", los Hermanos Musulmanes usaron el mismo nombre que se dio al día más violento del alzamiento del 2011 contra el expresidente Hosni Mubarak.

Mientras el eco de armas automáticas resonaba en El Cairo, el enfrentamiento parecía encaminarse cada vez más rápido hacia la confrontación armada, evocando conflictos del pasado entre militantes islamistas y el Estado de la nación más poblada del mundo árabe.

Publicidad

Más de 40 personas murieron en otras ciudades egipcias, llevando la cifra de fallecidos a cerca de 100.

Los gobiernos occidentales pidieron moderación después de la muerte de cientos de personas en una ofensiva de las fuerzas de seguridad contra campamentos de manifestantes hace dos días.

El rey Abdulá de Arabia Saudita respaldó sin embargo las tácticas usadas por el Gobierno contra los Hermanos Musulmanes al decir el viernes que su nación apoyaba a Egipto en su lucha contra el "terrorismo".

Publicidad

Helicópteros del Ejército sobrevolaron a baja altura a los seguidores de Morsi reunidos en la Plaza Ramsés, escenario de gran parte del derramamiento de sangre del viernes en El Cairo.

Un testigo vio los cuerpos de 27 personas, aparentemente alcanzadas por balas y perdigones, envueltos en sábanas blancas en una mezquita. Un fotógrafo de Reuters dijo que las fuerzas de seguridad abrieron fuego desde varias direcciones cuando una estación de policía fue atacada.

Publicidad

Hombres con armas automáticas parecieron participar en las protestas en El Cairo. En la Plaza Ramsés, reporteros de Reuters vieron a tres hombres portando armas; manifestantes aclamaron la llegada de autos con hombres armados, según relató otro testigo de Reuters.

"Tarde o temprano moriré. Mejor morir (luchando) por mis derechos que en mi cama. Las armas ya no me asustan más", dijo Sara Ahmed, una directora de negocios de 28 años, quien se unió a una marcha de miles de manifestantes desde el noreste hacia el centro de El Cairo. "No se trata de los Hermanos Musulmanes, se trata de derechos humanos".

Un funcionario de seguridad dijo que 24 policías murieron y que 15 comisarías fueron atacadas desde el jueves, lo que ilustra la escalada de violencia.

Medios estatales egipcios endurecieron su retórica contra los Hermanos Musulmanes, que gobernaron el país durante un año hasta que el Ejército derrocó a Morsi el 3 de julio, invocando un lenguaje usado para describir a grupos militantes como Al Qaeda y sugiriendo que hay pocas esperanzas de llegar a una resolución política para la crisis.

Publicidad

"Egipto lucha contra el terrorismo", dijo un anuncio en la televisión estatal.

Sin mostrar señales de querer retroceder, los Hermanos Musulmanes anunciaron una semana más de protestas a nivel nacional.
 
El Ejército desplegó vehículos blindados en las principales calles de la capital y el Ministerio del Interior dijo que la policía usaría munición real contra cualquiera que amenace edificios públicos.

El enojo en las calles iba dirigido contra el comandante del Ejército, general Abdel Fattah al Sisi, que derrocó a Morsi tras masivas manifestaciones callejeras contra el Gobierno.