La justicia estadounidense sentenció el jueves a Ariel Castro a cadena perpetua por el secuestro, violación y cautiverio de tres mujeres de Cleveland (Ohio, EE.UU.), durante una década y por obligar a una de ellas a abortar cuando estaba embarazada.

El juez del condado de Cuyahoga en Ohio, Michael Russo, impuso la condena sin posibilidad de libertad condicional, tras una vista judicial en la que una de las víctimas de Castro, Michelle Knight, dijo que el antiguo conductor de autobuses escolares la obligó a pasar "una vida de infierno".

En la audiencia, Castro admitió que era un hombre enfermo pero dijo que no era el monstruo descrito por los fiscales. El hombre aseguró que no justificaba su comportamiento, que dijo era "incorrecto".

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Tres meses después de que una mujer de Ohio logró derribar una puerta para escapar y poner fin a casi una década de cautiverio, un hispano que fuera conductor de un autobús escolar es sentenciado este jueves por el secuestro de tres mujeres, a quienes sometió a años de abuso sexual y físico.

Ariel Castro, quien se ha declarado culpable de violar, maltratar y secuestrar durante una década a tres mujeres de Cleveland (Ohio, EE.UU.), dijo este jueves que no es "un monstruo" y que está "enfermo", durante la audiencia en la que se conocerá su sentencia.

"Creo que yo soy también una víctima", sostuvo Castro, de origen puertorriqueño, vestido con un mono naranja y con una prominente barba.

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Castro, que puede ser condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, relató que sufrió abusos sexuales cuando era joven y habló también de su adicción a la pornografía.

Castro, de 57 años, se declaró culpable de 937 cargos de los casi 1.000 que enfrentaba después de que su defensa llegase a un acuerdo con la fiscalía para librarlo de la pena de muerte y puede ser condenado a cadena perpetua sin opción a libertad condicional.

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Las víctimas

Michelle Knight, una de las mujeres que estuvo cautiva en Cleveland (EE.UU.) durante más de una década, dijo este jueves que Ariel Castro, su secuestrador, le "robó" 11 años de su vida, que le puede perdonar, pero "nunca" olvidará, y que merece pasar el resto de su vida en prisión.

"Lloré cada noche, los años se volvieron una eternidad", contó entre sollozos Knight durante la audiencia en la que hoy se conocerá la sentencia contra Castro.

"Nadie debería tener que pasar por lo que yo pasé", agregó al recordar que cuando fue secuestrada en 2002 tenía un hijo de apenas dos años que se quedó "muy solo".

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Otra de las víctimas, Amanda Berry, de 27 años, realizó su primera aparición en público el pasado sábado por la noche cuando fue invitada al escenario por la rapera Nelly en un concierto al aire libre en Cleveland.

Gina DeJesús, la tercera víctima, habló brevemente el domingo con un canal de televisión de Cleveland, agradeciendo a los voluntarios que levantan una valla de dos metros en torno a su casa.

Caso Cleveland

Las tres mujeres desaparecieron entre el 2002 y el 2004 cuando tenían 16, 14 y 20 años. Las tres escaparon en mayo pasado, cuando una de ellas destrozó parte de una puerta y pidió ayuda a los vecinos.

Las tres mujeres reflejaron en diarios los abusos sexuales y psíquicos a los que eran sometidas por Castro, quien en una ocasión las mantuvo encerradas en un vehículo durante tres días mientras tenía una visita en su casa.

El pasado 6 de mayo, en un descuido de Castro, Berry logró escapar y pedir auxilio a gritos. Charles Ramsey, un vecino, acudió en su rescate y ayudó a la joven a romper la puerta de la casa en la que estaba secuestrada.

Berry dijo a sus rescatadores que en la casa había más personas recluidas contra su voluntad: DeJesús, desaparecida en 2004 con 14 años; Knight, cuyo rastro se perdió en 2002, cuando tenía 20; y su propia hija, de seis años, fruto de los abusos de Castro.

Hace dos semanas las tres jóvenes secuestradas por Castro (Michelle Knight, Amanda Berry y Gina DeJesús) difundieron un vídeo en el que agradecieron la solidaridad que han recibido de la comunidad desde su liberación y manifestaron su "esperanza para una solución justa y rápida" del caso, al tiempo que expresaron "una gran fe en la oficina del fiscal y el tribunal".