Indignadas protestas procedentes de todo el espectro político italiano se multiplicaron el sábado, tras el ataque racista sufrido la víspera por la primera ministra negra de Italia, a quien le arrojaron un banano.

La ministra de inmigración Cécile Kyenge hablaba en un mitin del Partido Democrático (PD) el viernes 26 de julio, cuando un espectador sin identificar le lanzó el banano, que no llegó al escenario pero provocó una oleada de reacciones de repulsa en el país.

Kyenge, cuidadana italiana nacida en la República Democrática del Congo, ha sido objeto de varios ataques racistas que tuvieron su clímax a mediados de este mes cuando un miembro del partido anti-inmigración Liga Norte la comparó con un orangután.

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Kyenge, que se niega a seguir el juego de sus agresores o de considerar a Italia como racista, reaccionó al ataque con plátano calificándolo de un "desperdicio de comida".

Las redes sociales se llenaron de reacciones y los ministros y comentaristas inundaron Twitter de mensajes de indignación y de apoyo a Kyenge.

"Otro gesto vergonzoso y deshonroso. Solidaridad con la ministra Kyenge. Ahora, simplemente aislemos a los idiotas", indicó el exalcalde de Roma, Gianni Alemanno.

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La ministra de medio ambiente italiana, Andrea Orlando, expresó su "absoluta indignación por el miserable acto", y la de agricultura, Nunza De Girolamo, dijo que "Kyenge ha demostrado que ante actos idiotas y violentos, a veces la mejor arma es la ironía".

Muchos llamaron a Kyenge a mantenerse firme ante el abuso y seguir luchando para erradicar el racismo.

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La tensión era ya alta antes del incidente del plátano, después de que miembros de la asociación de derechas Forza Nuova colocara unas muñecas de tamaño real inundadas en sangre.

El grupo protestaba en contra de la campaña de Kyenge de facilitar la obtención de la nacionalidad italiana a los niños nacidos de padres extranjeros en Italia. Forza Nuova negó cualquier vínculo con el incidente del plátano.