La absolución del vigilante ciudadano George Zimmerman, acusado de matar al joven negro Trayvon Martin, de 17 años, en Florida,  reabrió el estigma racial en EE.UU., donde el presidente Barack Obama llamó a la calma después de que miles de personas rechazaran el fallo.

Seguidores de Martin convocaron a protestas en 100 ciudades de EE.UU. el próximo  sábado. Al Sharpton, quien dirige la Red de Acción Nacional, organización de defensa de derechos cívicos, se declaró confiado en que el gobierno federal retome el caso desde un punto de vista de los derechos cívicos. “Esto no ha terminado”,dijo.

Las protestas de ayer en la madrugada dejaron unos  80 detenidos en Los Ángeles. Otros miles de manifestantes en todo EE.UU., coreando consignas, orando e incluso sollozando, protestaron por la decisión de un jurado de absolver a Zimmerman, voluntario de una patrulla vecinal de vigilancia, quien mató de un tiro al adolescente negro inerme. Mientras tanto, el Departamento de Justicia analiza la posibilidad de acusarlo de violación de los derechos civiles.

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Zimmerman fue absuelto el pasado domingo por la muerte de Martin en febrero del 2012, lo que desató las protestas.

La NAACP, una asociación de gente de color, y otros manifestantes reclamaron que se hagan cargos federales contra Zimmerman por violación a los derechos civiles.

Líderes religiosos y de derechos civiles pidieron ayer calma para asegurar que las manifestaciones sean pacíficas en un caso que ha suscitado intensas emociones.