Con sala llena y leve iluminación salió al escenario el uruguayo Jorge Drexler, quien el pasado sábado 6 ofreció un concierto en el teatro Sánchez Aguilar como parte de su gira en Latinoamérica, Mundo Abisal.

“Que nos enseñe el camino la noche guayaquileña, la del fino amor, la risueña. Y que quede este amorfino resonando por Las Peñas”, entonó para manifestar su gusto por  Guayaquil donde no dudó en visitar uno que otro bar.

La iluminación jugó un papel clave en el concierto que se tornó muy íntimo cuando Drexler dio carta abierta al público para pedir sus temas favoritos. Contó la anécdota tras  Noctiluca,  canción basada en un fenómeno lumínico en que el mar de una playa de Uruguay resplandece. En ese momento se oscureció todo y sobre el público cayó una luz fosforescente que lo hizo resplandecer. Además el juego de luces rojas y azules creó un efecto a contraluz.

Publicidad

Drexler destacó la acústica del teatro y cantó a capela Al otro lado del río, ganadora en el 2005 de un Óscar a mejor canción original de la película Diarios de Motocicleta. Dos veces se despidió del público y volvió para interpretar temas como Todo se transforma.