Ocurrió en el estado mexicano de Durango, donde se producen marihuana y goma de opio. El candidato del Movimiento Ciudadano a la Alcaldía de la localidad de San Dimas, Ricardo Reyes, fue secuestrado la tarde del pasado lunes cuando asistía a un velatorio. Horas después, su cuerpo fue hallado con varios impactos de bala.

Dos días antes, en el estado de Oaxaca, la candidata a diputada del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) Rosalía Palma resultó herida tras ser atacada cuando viajaban en una camioneta con su esposo y su asistente, quienes fallecieron.

El atentado se produjo dos días después de que el cuerpo de Nicolás Estrada Merino, líder estatal del Partido Revolucionario Democrático (PRD), fue encontrado en unos campos de caña de azúcar en Tuxtepec con tres tiros en la cabeza. Tenía dos semanas desaparecido.

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Los tres casos son parte de una decena de asesinatos que, además de otros ataques y secuestros, se han registrado durante la campaña electoral, el mes pasado, en 14 de los 31 estados mexicanos que hoy, en medio del temor, eligen 1.348 alcaldes, 441 diputados locales y un gobernador.

El PAN (Partido Acción Nacional) decidió retirar sus candidaturas en dos municipios de Chihuahua. Lo mismo hizo el PRD en siete municipios de Durango y el estado fronterizo de Tamaulipas. Pese a ello, sus nombres constarán en las papeletas hoy, porque no se retiraron en el plazo fijado.

Según un informe de la Procuraduría General de este país, citado por la ONG Voltaire, en México existen 89 organizaciones vinculadas al narcotráfico. Entre los principales grupos se mencionan Los Zetas, el cartel de Sinaloa, los Arellano Félix, La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios, el Nuevo Cartel de Juárez, el Cartel de la Barbie y el Cartel de los Beltrán Leyva. Estas organizaciones dan origen a otros 80 grupos delictivos y sus actividades generan una ganancia anual de $ 39 mil millones.

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Restablecer la paz en México fue uno de los cinco ejes que el presidente Enrique Peña Nieto mencionó cuando se posesionó el 1 de diciembre pasado. Pero las matanzas revelan que los problemas aún persisten.

El Observatorio Nacional Ciudadano por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, con base en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Público (SESNSP), revela que en los primeros cuatro meses del mandato de Peña Nieto el secuestro aumentó al 16,9%. Su antecesor, Felipe Calderón, decidió enfrentar a los carteles con el despliegue de 50 mil militares. El saldo durante los seis años de su gobierno fue sangriento: 70.000 personas murieron y 26.000 fueron desaparecidas en casos asociados al narcotráfico.

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En su último año (2012), el promedio mensual de secuestros fue de 97, Ahora la cifra se ubica en 108.

La semana pasada, 17 personas fueron raptadas por comandos que irrumpieron en sus domicilios situados en un municipio rural de Guerrero. Otro caso que investiga la Fiscalía es el secuestro de doce jóvenes en un bar el pasado 26 de mayo en Ciudad de México. Uno de los socios del local fue hallado calcinado. A este caso se suma el reciente hallazgo de siete cabezas humanas en una carretera de Jalisco y la muerte de ocho personas en un enfrentamiento entre dos carteles del narcotráfico en Guerrero.

Un informe, de septiembre del 2012, sobre Delincuencia Organizada Transnacional en Centroamérica y el Caribe de la ONU señala que de las diez ciudades más violentas del mundo, cinco son mexicanas: Ciudad Juárez, Acapulco, Torreón, Chihuahua y Durango.

Los ataques y ajustes de cuentas de los carteles están lejos de aplacarse en México. Su poder se ha hecho sentir con más fuerza en estas elecciones que en las federales del año pasado. Benito Nacif, consejero del Instituto Federal Electoral (IFE), dice que estos cargos generan más interés en el crimen organizado porque, por ejemplo, los gobiernos municipales tienen seguridad pública, están involucrados en el mantenimiento del orden. “Quieren que les respeten sus territorios o parte de las oficinas policiacas (...), que ellos ya controlan o quieren controlar, o se las quieren arrebatar a otro grupo”, explica.

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70 mil
Esa es la cifra de víctimas del crimen organizado en el periodo de Felipe Calderón (2006-2012).