La iniciativa Yasuní-ITT entró ayer a un proceso de evaluación. Ayer, el presidente Rafael Correa tuvo una reunión con las áreas económica y estratégica del gabinete para conocer los avances de esta propuesta, cuyo objeto es no explotar 846 millones de barriles de petróleo en el campo ITT, a cambio de que la comunidad internacional contribuya con unos $ 3.600 millones que corresponden al 50% de los recursos que percibiría el Estado en caso de ser explotada la zona.

A la cita llegaron el vicepresidente Jorge Glas; el ministro de Recursos Estratégicos, Rafael Poveda; el gerente de Petroecuador, Marco Calvopiña; el coordinador de Política, Patricio Rivera; la jefa negociadora del ITT, Ivonne Baki; Pabel Muñoz, secretario (e) de Planificación y otras autoridades.

Por la mañana, el secretario de Planificación, Fander Falconí, en una entrevista con radio FM Mundo, comentó que el Yasuní “debe prevalecer por la humanidad, por la importancia del tema de la defensa de la vida”; aunque dijo que cree que debe también analizarse “la corresponsabilidad del mundo rico” en la contribución a este programa ambiental.

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Al final de la reunión, el subsecretario de Comunicación, Patricio Barriga, leyó un comunicado en el que se informó que “no se ha recaudado lo que se esperaba”, pero que la iniciativa continuará en análisis. Para ello se creará una comisión integrada por varios ministros (a quienes no se identificó), que evaluarán los avances hasta fin de mes. Baki se negó a dar cifras actuales de lo recaudado.