La exmandataria Michelle Bachelet triunfó ampliamente en las primarias del domingo y se convirtió en la candidata única de la centroizquierda para los comicios presidenciales de noviembre, cuando competirá con el exministro Pablo Longueira, que representará a la centroderecha.

Bachelet obtuvo más de 1,5 millones de votos y Longueira logró 405.000 de Longueira, con 96,76% de los votos escrutados.

Laexmandataria obtuvo el 73,12% de los sufragios de la centroizquierda y Longueira el 51,32% de la centroderecha.

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Longueira, exministro de Economía del presidente Sebastián Piñera, ganó la representación de la centroderecha al exministro de Defensa, Andrés Allamand, quien de inmediato anunció que junto a su partido, el centroderechista Renovación Nacional, se sumaba a trabajar por su ex colega de gabinete. Ambos integraban el pacto Alianza por Chile.

Bachelet casi duplicó a los votos sumados de Longueira y Allamand, y representó al pacto electoral Nueva Mayoría, que a diferencia de su campaña del 2005, esta vez integró al Partido Comunista, por lo que la derecha la acusa de haberse izquierdizado.

Los casi tres millones de sufragios emitidos el domingo rompieron el fuerte abstencionismo pronosticado por las encuestas y expertos electorales, que en el mejor de los casos, apostaban porque votarían alrededor de 1,5 millones de personas. El padrón electoral es de 13,3 millones.

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Bachelet, una pediatra de 61 años, agnóstica y madre soltera, propone una reforma estructural en la educación, la que debería alcanzar la gratuidad total en los seis años siguientes a marzo de 2014, para lo cual apuesta a una "equidad tributaria" gradual, en cuatro años, tiempo que dura un período presidencial.

Longueira, ingeniero civil de 55 años, se califica como representante de lo que llama la "derecha social" y continuador del gobierno de Piñera, que se caracteriza por un fuerte crecimiento económico, baja inflación y una inédita creación de empleos, aunque la mayoría para personas de escasa calificación. Sus éxitos macroeconómicos, sin embargo, no pudieron vencer la enorme inequidad que caracteriza a Chile, aunque hubo algunos avances.