El Senado de Estados Unidos aprobó ayer una histórica reforma migratoria respaldada por el presidente Barack Obama, que llevaría a legalizar a 11 millones de indocumentados.

Con 68 votos a favor y 32 en contra de 100 senadores, la Cámara alta dio el visto bueno a un proyecto que supone la reforma más importante del sistema de inmigración en un cuarto de siglo en EE.UU.

Dentro de la Cámara senatorial, grupos propulsores de la ley gritaron “Yes, we can” y “yes, we did” (“Sí podemos” y “sí lo hicimos”), tan pronto el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, en su calidad de presidente del Senado, dio los resultados de la votación.

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“Es el inicio de un día maravilloso para Estados Unidos porque siempre ha sido una nación de inmigrantes”, señaló el senador demócrata Charles Schumer, descendiente de una familia judía procedente de Rusia y Polonia.

El proyecto debió pasar semanas de discusiones en el Comité Judicial del Senado, donde fue objeto de unas 300 enmiendas, y luego recibió nuevos cambios en el pleno, principalmente dirigidos a incrementar las medidas de seguridad fronterizas, cruciales para el apoyo de algunos republicanos.

Pero la aprobación de la histórica reforma en el Senado implica la mitad del camino recorrido por este proyecto, ya que después caerá en manos de la Cámara de Representantes, dominada por la oposición republicana. Aun podrían pasar meses antes de que un texto definitivo llegue al escritorio de Obama para promulgarlo como ley, pero es lo más cerca que han estado los millones de inmigrantes indocumentados de obtener sus papeles.

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Con el título ‘Seguridad Fronteriza, Oportunidad Económica y Modernización del Sistema de Inmigración’, el documento de un millar de páginas propone aumentar el número de visas de trabajo, entregar papeles a 11 millones de inmigrantes indocumentados, en su mayoría latinos, y permitirles solicitar la ciudadanía tras un periodo transitorio de unos trece años.

Obama, quien prometió la reforma migratoria al electorado hispano durante las campañas del 2008 y del 2012, instó a la Cámara baja a que siga el ejemplo del Senado.

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Horas antes del voto, el presidente de la Cámara baja, el republicano John Boehner, tiró un balde de agua fría a la reforma, al asegurar que ese órgano legislativo debatirá su propia medida para, ante todo, reforzar la seguridad fronteriza.

La Cámara baja “no va a votar lo que apruebe el Senado” y se reunirá el 10 de julio para analizar su estrategia, dijo.

El gobierno de El Salvador, en un comunicado de la Cancillería, expresó ayer su optimismo por la votación favorable a la reforma migratoria que beneficiaría a muchos de los 2,5 millones de salvadoreños que viven en EE.UU., de casi 3 millones que residen en el exterior, según estimaciones oficiales.

Asimismo, a través de su Cancillería, México dio la bienvenida “al avance que representa la aprobación por el Senado estadounidense de una iniciativa de reforma migratoria integral en ese país”. La eventual legislación “tendría el potencial de mejorar las condiciones de vida de millones de mexicanos que viven en EE.UU.”, precisó.

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68 votos
Esa es la mayoría que le dio paso al proyecto de la reforma migratoria S.744.

Es una legislación histórica que asegurará nuestras fronteras y ayudará a once millones de personas a legalizarse en esta nación”.Harry Reid, senador demócrata.

Hoy, el Senado cumplió con su tarea. Ahora le toca a la Cámara de Representantes hacer lo mismo”.Barack Obama, presidente de EE.UU.