Los familiares de las víctimas del atropellamiento ferroviario registrado en la estación Castelldefels-Platja la noche del 23 de junio del 2010 exigirán reparaciones por la vía de lo civil.

Así lo ha confirmado a EL UNIVERSO Lybri Ahumada, abogada que impulsa el caso, y que ya está preparando la demanda por vía administrativa contra Adif (Administrador de Estructuras Ferroviarias de España) y Renfe (Empresa de servicios ferroviarios de España).

En el accidente perdieron la vida 12 personas, de las cuales, 7 procedían de Ecuador. Aquella noche las víctimas, junto a familiares y amigos, habían tomado un tren de cercanías con dirección a la playa de Castelldefels, localidad situada a 20 kilómetros de Barcelona, donde iban a celebrar la verbena de San Juan. Cuando llegaron a la estación de destino, bajaron del tren y cruzaron la vía sin percatarse que un tren de alta velocidad venía en sentido contrario.

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Al respecto, Libry Ahumada ha recordado que la Audiencia de Barcelona reabrió el caso el pasado mayo para que los peritos expliquen ante el juez los resultados de sus investigaciones, aunque todavía no se ha fijado día y hora para la comparecencia. El objetivo de la abogada es demostrar que la cantidad de gente que había en los andenes de la estación de Castelldefels-Platja la noche del suceso superaba los niveles de ocupación, además de que no existía una señalización clara.

Ahumada ha añadido que los testigos aseguraron que la gente, nada más bajar del tren, se dirigió a la pasarela elevada situada al fondo de la estación, que hasta ese entonces era la salida tradicional a la playa. Pero el público encontró el acceso cerrado, y dio marcha atrás para buscar una salida subterránea de nueva construcción, por lo que el sitio “era como una cueva de ratas”.

Con la comparecencia de los peritos, terminará el proceso penal del caso, pero se abrirá la vía administrativa, ha remarcado Ahumada.

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Precisamente, el domingo se cumplen tres años del atropellamiento. Richard Olivo, actual cónsul de Ecuador en Barcelona, perdió en el accidente a su cuñada Rosa Vivar. Su hija Lizete resultó herida y estuvieron a punto de amputarle la pierna. Otra de sus hijas, Arianna, no sufrió ningún daño físico, pero debió seguir un tratamiento psicológico durante 18 meses.

“Mi hija (Lizete) sufrió heridas en las piernas y su tratamiento ha sido muy arduo y complicado. Pero ya está restablecida, no en un 100%, pero está bien”, ha explicado Olivo.

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“Sinceramente ahora recién me estoy acercando al caso, por una promesa que les hice a mis hijas, que quisieron que me aísle totalmente, para ayudarles a olvidar”.

Los familiares de las víctimas se concentrarán el domingo en la estación Castelldefels-Platja, donde colocarán una ofrenda floral.