Aunque Suecia retire los cargos en su contra, Julian Assange –fundador de WikiLeaks–, que lleva un año en la Embajada ecuatoriana en Londres, no abandonará ese refugio, porque teme ser arrestado por orden de Estados Unidos.

Así lo dijo en una entrevista a agencias para conmemorar el primer aniversario desde que buscó asilo en la Embajada. Él mantiene la esperanza de que podrá salir, pero no a corto plazo. “Yo no diría que no me iré”, dijo. “(Pero) mis abogados me han aconsejado que no debo abandonar la embajada, debido al riesgo de detención en relación con el riesgo de arresto y extradición a Estados Unidos”.

Y es que Assange aseguró ayer en una teleconferencia que el Departamento de Justicia de EE.UU. tiene una investigación secreta en contra de él con la intención de procesarlo. Por eso su mayor temor es ser encausado en ese país si es que se lo extradita a Suecia.

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En la entrevista concedida el viernes, el australiano eligió cuidadosamente sus palabras. Criticó a Estados Unidos, Gran Bretaña y a su país natal y habló de su caso.

Assange, de 41 años, ingresó a la Embajada de Ecuador el 19 de junio del 2012 para evitar su extradición a Suecia, que quiere interrogarlo sobre acusaciones de asalto sexual y violación, que él niega.

Dice que no quiere responder a las acusaciones en persona porque cree que Suecia podría entregarlo a las autoridades estadounidenses, que quieren juzgarlo por contribuir a una de las mayores filtraciones de información en la historia de Estados Unidos.

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WikiLeaks comenzó a difundir por internet miles de documentos confidenciales estadounidenses en el 2010.

Ecuador le concedió asilo político, pero Gran Bretaña ha dejado claro que será arrestado si intenta salir de la embajada, que está fuertemente custodiada. Mientras Assange hablaba, al menos cuatro policías rodeaban el lugar.

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Inicialmente él pensó que podría estar escondido en la Embajada por un máximo de dos años. Ahora no dice cuánto tiempo más espera permanecer ahí, pero sostuvo que su cronograma original todavía es una estimación razonable.

Pero cuando se le preguntó si estaba preocupado por si la situación podría prolongarse mucho más tiempo, admitió que era una posibilidad.

Assange, quien estaba pálido, se quejó de la falta de luz solar, diciendo que hay riesgo de que las personas en sus circunstancias puedan desarrollar raquitismo.

Él dijo que trabaja 17 horas al día, se ejercita para tratar de mantenerse sano y actualmente estaba trabajando en una canción sobre “la nueva política que se ha generado como resultado de internet y la distorsión de los medios de comunicación” con un grupo popular de música latinoamericana.

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Assange dijo que nunca usa el correo electrónico, pero que otros se lo leen.

Vestido de manera informal con pantalones vaqueros, una camisa azul de cuello abierto y zapatos deportivos, bebía una taza de té mientras hablaba.

Cuando se le preguntó si se arrepentía de algo dijo: “Estratégicamente ha sido (...) exactamente lo que esperaba”.

Ha habido otros casos, estancamientos similares para refugiados políticos en embajadas, que se han extendido por decenas de años. Sin embargo, no tenemos la intención de dejar la situación en manos del destino”.Julian Assange, exfundador de WikiLeaks