Los familiares de Roberto Puga Bosmediano, el piloto de la aeronave que se accidentó el pasado jueves en Taisha, provincia de Morona Santiago,  le dieron la tarde de este sábado el último adiós en Ibarra.

Compañeros de la Escuela de Aviación, trabajadores de Aeroliderman y amigos, quienes no podían contener su dolor, se turnaron junto con los primos y tíos del fallecido para cargar el ataúd hasta la iglesia La Merced y el cementerio. Allí, la madre de la víctima, Lorena Bosmediano, no podía pronunciar ni una sola palabra ya que perdió a su único hijo.

Mientras tanto, el padre del joven piloto, Carlos Puga, explicó que el sueño de su primogénito era casarse el próximo 11 de julio cuando cumpliría 26 años. Según el progenitor, Roberto era un ejemplo para su hermano Steven, quien también sueña con ser piloto.

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El dolor inexplicable que sentía Karla Alarcón, quien fue novia de Beto durante ocho años, era evidente. La joven solamente lloraba mientras sus amigas y familiares la trataban de sostener para que no se desplomara al ver el féretro de quien iba a ser su esposo.

Así se desarrolló el funeral del joven que es recordado por su valentía para enfrentar retos y practicar deportes extremos. Beto, como todos lo recuerdan, fue sepultado en el cementerio Jardín de Paz.

Según personas allegadas a la familia del piloto, hasta el momento no se han determinado las causas exactas que provocaron el accidente, pero un grupo de técnicos de la Comisión de Investigación de la Aviación Civil (DAC) realiza los estudios necesarios para dar más detalles sobre el hecho lo más pronto posible.

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Sin embargo, según informó el director del hospital de Taisha, Edwin Sarache, las primeras versiones que se manejan son que un desperfecto mecánico en la nave habría obligado al piloto a maniobrar para regresar a la pista del hospital San José, causando el accidente.