El director de la Agencia Nacional de Seguridad dijo este miércoles que los programas de vigilancia otrora secretos han desbaratado o ayudado a desbaratar decenas de ataques terroristas, al tiempo que describió explícitamente al Congreso cómo operaban los programas para recopilar los registros telefónicos y la actividad en internet de los estadounidenses.

En una audiencia en el Senado, el general Keith Alexander defendió vigorosamente los programas, y afirmó que la opinión pública necesita saber cómo operan éstos en medio de las crecientes preocupaciones de que los esfuerzos del gobierno para mantener seguro al país violan la intimidad y las libertades civiles de sus ciudadanos.

"Creo que es importante que lo hagamos bien y quiero que el pueblo estadounidense sepa que estamos tratando de ser transparentes aquí, proteger las libertades civiles y la vida privada, pero también la seguridad de este país", dijo Alexander.

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Añadió que proporcionará información adicional a la Comisión de Inteligencia del Senado el jueves en una sesión a puertas cerradas y espera contar con tantos detalles como sea posible dentro de una semana. Dijo que quiere que la información sea revisada primero por otras agencias para asegurar que los datos sean correctos.

Pero también advirtió que las revelaciones sobre los programas secretos han erosionado la capacidad de las agencias y, como consecuencia, los aliados de Estados Unidos y los estadounidenses no van a estar tan seguros como lo estaban hace dos semanas.

"Algunos de estos todavía van a estar clasificados y así debe ser, porque si le decimos a los terroristas todas las maneras en que vamos a seguirles la pista, van a traspasar y estadounidenses morirán", dijo, y agregó que preferiría ser criticado por gente que piensa que está ocultando algo "que poner en peligro la seguridad de este país".

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Fue interrogado largamente por los senadores que buscan información sobre la cantidad exacta de datos que recoge la NSA y el respaldo legal para esas actividades. No dio detalles sobre los planes terroristas que dijo había sido interrumpidos.

"No soy traidor...soy estadounidense"

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A medio mundo de distancia, Edward Snowden, el ex contratista que huyó a Hong Kong y filtró los documentos, dijo que no está ahí para esconderse de la justicia y tiene fe en "los tribunales y la gente de Hong Kong para decidir mi destino".

"No soy ni un traidor ni un héroe. Soy un estadounidense", dijo Snowden al South China Morning Post acerca de sus revelaciones sobre los programas de vigilancia secretos que han sacudido a Washington.

Snowden dijo en la entrevista publicada el miércoles que no se ha atrevido a ponerse en contacto con su familia o su novia desde que reivindicó la filtración de documentos de la NSA. "Estoy preocupado por la presión que ellos sienten por parte del FBI", dijo.

El FBI visitó el lunes la casa de su padre en Pensilvania.

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Snowden dijo al periódico desde una ubicación que el rotativo no reveló que no tiene planes de marcharse.

31% lo califica como patriota

Mientras, casi uno de cada tres estadounidenses dice que el ex contratista de seguridad no debería ser procesado, de acuerdo a una encuesta de Reuters/Ipsos dada a conocer el miércoles.

El 23 por ciento de los consultados dijo que el ex contratista Edward Snowden es un traidor y el 31 por ciento lo calificó como patriota. Otro 46 por ciento dijo que no sabía.

En la encuesta de Reuters/Ipsos, el 35 por ciento de los consultados dijo que Snowden no debería afrontar cargos, mientras que el 25 por ciento sostuvo que debería ser juzgado con todo el peso de la ley. Un 40 por ciento dijo que no sabía.

La encuesta online a 645 estadounidenses se desarrolló entre martes y miércoles y tiene un intervalo de credibilidad de más o menos 4,4 puntos porcentuales.

Una petición al presidente Barack Obama para perdonar a Snowden por cualquier delito que haya podido cometer ha recolectado 63.000 firmas en el sitio web de la Casa Blanca desde que fue publicada el domingo por un lector.

La Casa Blanca revisa y responde a las peticiones que suman más de 100.000 firmas.

El 45 por ciento de los consultados dijo que el programa es aceptable bajo ciertas circunstancias, mientras que el 37 por ciento sostuvo que es completamente inaceptable, de acuerdo a la encuesta. Solamente un 6 por ciento sostuvo que no tiene objeciones al programa.