El cantón Francisco de Orellana, de la provincia de igual nombre, fue declarado en emergencia sanitaria por las autoridades del COE (Comité de Operaciones de Emergencia) cantonal, que se reunieron tras conocer del derrame de petróleo ocurrido la mañana del viernes por la rotura de la tubería del SOTE en un deslave en El Reventador.

Parte del crudo derramado fue a dar a las aguas del río Coca, que sirve como fuente de captación del sistema de agua potable de la ciudad de Coca.

Una vez que las autoridades comprobaron que la mancha de petróleo alcanzó el río resolvieron suspender el bombeo de la planta de agua potable de esta ciudad.

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Los usuarios en Coca se abastecen de agua de tanqueros que les proporciona el Municipio. La mancha de petróleo pasó por el Coca entre las 23:00 del pasado viernes y las 04:00 del sábado, indicaron las autoridades del cantón.

Unas 60.000 personas de la ciudad son las afectadas, más las parroquias rurales San José de Guayusa, El Edén y Alejandro Lavaka, señaló la alcaldesa Anitha Rivas. “Esto es una catástrofe para nosotros porque está haciendo sol fortísimo y no sé cómo entregar agua a la gente”, dijo Rivas, quien pidió a municipios vecinos y cuerpos de bomberos de Sucumbíos auxiliar en la emergencia.

Hasta ayer, 18 tanqueros entregaban agua tratada a la población afectada, sin embargo, la alcaldesa dijo que por lo menos necesitan 36.

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Petroecuador se comprometió a entregar galones (además de bidones de agua para beber y tanqueros para enfrentar la emergencia), pero hasta ayer solo se habían entregado unos mil y la necesidad es de 36 mil. “Me siento muy desesperada... estamos en reunión del COE provincial y vamos a declarar la emergencia provincial”, señaló la alcaldesa.

“Petroecuador se ha comprometido en todo, pero es la lentitud con las que se hacen las cosas lo que nos desespera, porque no hay tanqueros ni agua en bidones”, agregó la alcaldesa Rivas.