En una operación como salida de una película de acción, ayer escapó la reclusa Jéssica Mercedes Solórzano Arteaga, tras acudir a una cita médica en el hospital Guayaquil, en el suroeste de la urbe. Ella fue detenida el 1 agosto del año pasado durante el operativo antinarcóticos Jaque Mate, en el que también fue aprehendido César Fernández Cevallos, exgobernador de Manabí.

Solórzano, cuyo verdadero nombre –según la Policía ecuatoriana– es Argénesis Solarte y su nacionalidad es colombiana, había llegado al hospital para atenderse en el área de Mastología. Se conoció que estaba en compañía de dos reclusas más y supuestamente de un niño.

Cerca de las 10:30 las internas llegaron a ese centro en una camioneta doble cabina blanca del Ministerio de Justicia, escoltadas por guías penitenciarios. Pero a las 12:00, aproximadamente, cuando se retiraban, un desconocido armado se acercó al vehículo, rompió el vidrio del lado del conductor y sacó a Solórzano en medio de una ráfaga de balas.

Publicidad

Un testigo, que solo se identificó como Javier, comentó que en los exteriores del hospital había cuatro motos ubicadas estratégicamente en el perímetro, en las que iban siete ocupante, todos con cascos.

Los sujetos, según el testigo, dispararon hacia el interior del hospital mientras se desarrollaba la fuga de Jéssica Solórzano. Un guía penitenciario resultó con una herida de bala en una mano.

“Es un hecho lamentable lo que ha ocurrido (...). Mientras se estaban dando estas atenciones (médicas), una persona relacionada con una de las detenidas ha ingresado violentamente..., y en un operativo impresionante de corto tiempo, ingresó con armas de fuego...”, señaló Juan Carlos Madera, director del hospital.

Publicidad

Aseguró que la acción delincuencial duró entre un minuto y medio y dos minutos “porque ingresa y sale abriéndose paso a disparos”, sostuvo. No se confirmó si los guías penitenciarios utilizaron armas de fuego y no se descarta que algún vehículo haya participado en la fuga. Además, contó el testigo que el sujeto armado habría señalado que iba al área de pacientes con sida de ese hospital.

Tras el hecho, la Policía retuvo para investigaciones al guardia de seguridad que estaba en la puerta de ingreso vehicular y de salida peatonal por donde habrían fugado Solórzano y su cómplice. Las otras dos internas que la acompañaron desde la Penitenciaría del Litoral también fueron llevadas a la Unidad de Flagrancia para que rindan sus versiones de los hechos.

Publicidad

La evasión no solo causó alarma y temor entre los usuarios del hospital, sino también indignación. Antonia Sánchez, quien pretendía acceder a la casa de salud, cuestionó la actitud de ciertos guardias, quienes –afirmó– cobran hasta un dólar por el ingreso.

“Y miren cómo ingresa una persona armada”, reclamó otro usuario mientras increpaba a los dos guardias que en ese momento impedían el paso de los medios de comunicación.

Madera anunció que se aplicará otro tipo de control en el ingreso, como requisas y, además, limitarán el número de acompañantes por cada paciente. No descartó el uso de detectores de metales.

La doble identidad
La prófuga, según el fiscal Leonidas Lema, es procesada con el nombre de Jéssica Mercedes Solórzano Arteaga y no como Argénesis Solarte, identidad que “extraoficialmente ¬dijo Lema¬ sería la verdadera”.

Publicidad

Patricio Franco, excomandante nacional de Policía, informó el 6 de agosto pasado que en la organización narcodelictiva Jaque Mate la prófuga era la encargada de supervisar los envíos de los cargamentos y el movimiento de dinero hacia y desde el país, y que la cédula ecuatoriana era falsificada.

 

Más datos: Sobre el Hospital
Usuarios
Juan Carlos Madera, director administrativo del hospital Guayaquil, indicó que a diario acuden a ese centro unas seis mil personas, entre pacientes y acompañantes.

Videos
Ayer analizaban videos de seguridad para tratar de identificar al sujeto que protagonizó la fuga, aunque por la reestructuración del sitio en algunas áreas no hay cámaras, informaron.