Hace tres años, la frase “no hay nada que hacer, en poco tiempo tendrá que usar una silla de rueda”, devastó a Paula, de 13 años, luego de que un médico traumatólogo en su natal Machala le diagnosticara escoliosis (desviación lateral de la columna vertebral).

Esta opinión le provocó depresión y tristeza por unos días, “ella nunca perdió la esperanza, siempre tuvo fe de que encontraría alguna solución. Ella es una niña muy fuerte”, comentó su abuela, Elvia, mientras observaba a su nieta descansar en una cama de la unidad de Cuidados Intensivos del hospital Roberto Gilbert.

La menor, ahora de 16 años, fue operada la semana pasada junto a otros 39 niños gratuitamente por la misión de médicos norteamericanos Project Perfect World.

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La abuela de Bárbara recordó que para llegar a ellos les tomó cerca de tres años: “Mi nieta nunca se dio por vencida, ella buscó en internet todos los posibles tratamientos para su enfermedad y consultó a varios médicos, hasta que encontró que en este hospital hacían estas cirugías con los extranjeros. Ella le escribió por correo a la directora del centro, Rosa Quinde, y ella fue quien le dio esperanza al decirle que se acerque para valorarla”.

Agregó que está feliz de saber que su nieta ya no sufrirá los dolores de espalda, que no le permitían sentarse. “No podía estar más de 10 minutos sentada, se quejaba de mucho dolor, incluso, en el colegio recibía las clases de pie para evitar el dolor. Ahora sé que ella podrá tener una vida normal, por eso le doy gracias a Dios, al hospital y a los médicos extranjeros”, expresó.

Así como Paula, Bárbara, de 17 años, también fue operada del mismo mal, el cual padece desde hace cuatro años. Los hombros de la menor eran desiguales; ahora, luego de la cirugía, ya son rectos.

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Su madre, Jéssica, indicó que la menor tenía complejo de usar blusas descubiertas. “Sí se le notaba, por eso usaba blusas que le cubrían el dorso y los brazos”, dijo.

La misión operó del lunes hasta el pasado sábado a 15 niñas con escoliosis. Esta deformación “impide el desarrollo y crecimiento normal del niño, es una limitante y genera una baja autoestima”, explicó Johnny Melgar, traumatólogo ortopedista de este centro.

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Además, se operó a 25 niños con problemas de ortopedia en brazos y piernas.

Entre ellos, a Dayanna, de 8 años, quien nació con luxación de cadera. Ella tenía inestabilidad al caminar de una de las piernas (cojeaba).

Esa limitación terminó luego de ser operada. Los médicos le indicaron a Jéssica, su madre, que la operación fue un éxito y que en poco tiempo la menor podrá caminar bien.

“Me siento feliz y estoy agradecida de saber que mi niña está bien y que podrá caminar normal. Esta es la segunda operación que le practican, con la primera mejoró y con esta ya quedará totalmente bien”, refirió la madre de dos niños.

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A través de la Fundación Padre Damián (teléfono: 288-6649), la misión extranjera acude dos veces al año, desde hace diez, a esta casa de salud. La próxima visita es en octubre.

Durante la estancia de los médicos extranjeros, los especialistas ecuatorianos se capacitan en los procedimientos de cirugías que se practican en la columna, mencionó Melgar.